A través de un comunicado, la Cancillería descartó aceptar la prórroga
El gobierno de Venezuela consideró «desafortunado» el pedido de la Unión Europea de postergar las elecciones parlamentarias y ratificó que los comicios se realizarán el 6 de diciembre «de manera libre y soberana».
A través de un comunicado, la Cancillería descartó aceptar la prórroga pedida por el Servicio Europeo de Acción Exteriores, encabezado por el Alto Representante Josep Borrell, al que acusó de mantener una «posición sesgada» sobre la situación política en Venezuela y «desconocer los esfuerzos» realizados por parte de las autoridades.
La UE envió la semana pasada dos diplomáticos al país caribeño con el propósito de intentar mejorar las condiciones para las elecciones, lo que fue cuestionado por sectores del bloque y gobiernos de los cerca de 60 países que desconocen la presidencia de Nicolás Maduro.
Los delegados europeos buscaban convencer al Gobierno de posponer los comicios con el fin de poder aceptar la invitación para que la UE participe como observadora electoral, pero ese objetivo tenía poca probabilidad de éxito, dijeron la semana pasada a Télam fuentes diplomáticas en Caracas.
La UE sostiene que para poder aceptar el papel ofrecido por el Gobierno de Maduro debería poder observar todo el proceso electoral, que sin embargo ya está en marcha. Maduro invitó a ese bloque y a la ONU -que aún no se pronunció- a observar las elecciones parlamentarias con el objeto de minimizar la abstención anunciada por la mayoría de la oposición y, según encuestas recientes, por cerca de 40% de la ciudadanía.
En el comunicado difundido hoy, Caracas considera «lamentable» que la UE «responda con un pliego de condicionamientos» a la oferta de Maduro. La cartera que dirige el ministro Jorge Arreaza considera «un acto inadmisible que no se corresponde con el espíritu de la invitación realizada, ni con el buen ambiente que en los últimos meses se ha logrado desarrollar en la relación con el Gobierno de Venezuela».
El Ejecutivo venezolano aseguró que la disposición demostrada en la recepción a la misión europea, que pudo «llevar a cabo una agenda al más alto nivel», evidencia la «irreductible posición» de Caracas para entablar un «diálogo productivo y sincero» con otras partes.
«Venezuela espera que la UE mantenga una actitud cónsona con los principios que rigen el Derecho Internacional y se limite a cumplir un positivo y respetuoso rol de facilitación», indicó la Cancillería, que tildó de «desafortunado» el pedido del bloque.
El aplazamiento podría favorecer la participación ciudadana y la concurrencia de los grupos opositores que están dispuestos a hacerlo pero aún tienen poco apoyo, pero al mismo tiempo causaría un problema legal, pues el mandato de los actuales miembros de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) vence constitucionalmente el 5 de enero próximo, agregaron las fuentes.
A principios de la semana pasada, Borrell sugirió que las elecciones venezolanas fueran organizadas en un plazo de «cinco o seis meses» posteriores a diciembre, ya que entonces sí la UE tendría condiciones de enviar una misión de observación. La UE no reconoce como válidas las elecciones que determinaron la reelección de Maduro, en 2018, y por lo tanto considera que su gestión carece de “legitimidad democrática”.