A tres días de la fecha límite que se impuso para el ingreso al país de millones de dólares en ayuda humanitaria internacional, el presidente interino proclamado por la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, llamó este miércoles a marchar a los cuarteles militares de todo el país, para pedir que permitan entrar los camiones con comida y medicamentos.
Desde hace días, el líder antichavista se concentra en organizar el ingreso de la ayuda humanitaria que están enviando algunos de los gobiernos que lo reconocieron, como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.
Sin embargo, tanto Maduro como las fuerzas armadas ya advirtieron que no lo permitirán porque consideran que esa ayuda supone una injerencia encubierta y un intento de desastabilizar el país.
Por eso, Guaidó llamó este miércoles a concentrar la movilización del sábado en los militares.
«El 23 de febrero nos movilizaremos en todo el país como lo hicimos con la entrega de garantías y amnistías: iremos pacíficamente a las guarniciones, a los puestos, con valor, para exigir que ingrese la ayuda humanitaria», aseguró el líder antichavista en un acto realizado en la Plaza Altamira en Caracas.
En ese mismo acto, Guaidó también anunció que cuenta con el apoyo «del sector del transporte», clave para el ingreso de la ayuda humanitaria desde los tres centros de acopio establecidos cerca de las fronteras: en la región amazónica brasileña de Roraima, en la ciudad colombiana de Cúcuta y en la isla holandesa del Caribe, Curazao.
“Hoy está demostrado que contamos con el sector transporte. Sabemos que no tienen respuestos y las dificultades que están padeciendo. El anterior gobierno del usurpador no dio respuesta a los transportistas, quebraron el sector. Andan desesperados hablando de elecciones, ni una reina de carnaval ganarían», aseguró Guaidó y recibió el aplauso de un grupo de seguidores.
Una vez más, el líder antichavista reiteró que «la ayuda humanitaria entrará sí o sí» el próximo sábado e incluso no descartó «absolutamente» ninguna estrategia para conseguirlo.
Este martes las fuerzas armadas venezolanas anunciaron el cierre de las fronteras marítima y aérea con tres islas del Caribe, entre ellas Curazao, donde se encuentra uno de los centros de acopio de ayuda internacional.
Además, el antichavismo denunció que el gobierno de Nicolás Maduro bloqueó un puente en la frontera con Cúcuta, pese a que dicho puente nunca estuvo abierto y funcionando.
Según Guaidó, el cierre de la frontera con las islas caribeñas demuestran «los nervios y el miedo» de Maduro ante «lo que es inevitable: el ingreso de la ayuda humanitaria este sábado».
Mientras tanto, el gobierno chavista celebró la llegada este miércoles de 300 toneladas de ayuda humanitaria desde Rusia.