Este domingo más de 21.000.000 de ciudadanos podrán votar para elegir a todos los gobernadores, alcaldes y legisladores
Más de 21,1 millones de ciudadanos están habilitados para elegir este domingo en las urnas a todos los gobernadores, alcaldes y legisladores regionales y municipales en Venezuela, en comicios que marcarán el regreso de la mayoría de la oposición a las urnas y de la observación electoral al país.
Las elecciones son aguardadas con especial interés tanto por el oficialismo, que aspira a recuperar legitimidad y el manejo de fondos en el exterior bloqueados por sanciones, y por la oposición, que procura recuperar espacios tras su abstención en los últimos procesos electorales y el fracaso de la estrategia del «Gobierno paralelo» de Juan Guaidó.
Se renovarán los mandatos de los 23 gobernadores, los 335 alcaldes, los 253 legisladores regionales y los 2.471 concejales, en total 3.082 cargos para los que se postularon 70.244 personas.
Los gobernadores y los alcaldes serán escogidos directamente hoy, mientras los cargos legislativos serán definidos mediante un sistema mixto que contempla tres formas diferentes de elección y que terminará de completarse el viernes próximo.
De los 253 legisladores estadales, 152 serán elegidos en listas cerradas y 93 corresponderán a circunscripciones uninominales, todos ellos el domingo, mientras los ocho restantes serán designados el viernes en asambleas de comunidades indígenas.
Del mismo modo, de los 2.471 concejales, 1.420 provendrán de las listas cerradas de los partidos y 982 de las candidaturas uninominales por circunscripción, en ambos casos el domingo, y los 69 restantes serán representantes de las colectividades indígenas y se escogerán el viernes en las respectivas asambleas.
En términos generales, participarán de la competencia cinco grandes coaliciones: el Gran Polo Patriótico oficialista; la Alternativa Popular Revolucionaria, compuesta por partidos chavistas disidentes del gobierno del presidente Nicolás Maduro; la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a la mayoría de la oposición; la Coalición Nacional Independiente, una escisión de la MUD, y la Alianza Democrática, compuesta por sectores opositores que en los últimos dos años se acercaron al chavismo.
No obstante, en muchos distritos habrá otras fuerzas y candidaturas independientes, con mayor tinte local, tal el caso del estado Miranda -vecino de Caracas y del que dependen administrativamente cuatro de los cinco municipios que conforman la capital-, con su partido Fuerza Vecinal (FV).
Allí hubo una fuerte competencia entre la MUD y FV, que se resolvió a medias con la renuncia de Carlos Ocariz a la candidatura a gobernador por la primera fuerza, pero sin tiempo suficiente para que fuera retirado de las boletas, por lo que el Consejo Nacional Electoral (CNE) advirtió que los votos por él serán considerados nulos.
La campaña estuvo caracterizada por la coincidencia entre el chavismo y la oposición en el llamado a que los ciudadanos concurran a votar -la mayoría de las encuestas vaticinó que lo hará menos de la mitad del padrón-, más que en la confrontación de sus propuestas.
El miércoles pasado, uno de los rectores principales (directores) del CNE, Enrique Márquez, denunció que Maduro; el ministro de Aguas, general Rodolfo Marco, y la candidata oficialista a alcalde del municipio caraqueño Libertador, almirante Carmen Meléndez, violaron la ley electoral al supuestamente favorecer a los postulantes chavistas desde el Gobierno y pidió que se les abriera una investigación.
En cuanto a la oposición, además del caso de Miranda, en los últimos días se divulgó un video que muestra al jefe de campaña de la MUD en el estado Bolívar, Rachid Yasbek, golpeando al exdiputado Américo De Grazia -candidato a gobernador por otro partido opositor- delante de la jefa de la misión de observación electoral de la Unión Europea (UE), la eurodiputada portuguesa Isabel Santos.
El antichavismo llegó a este proceso electoral con fuertes tensiones internas, entre los sectores partidarios de concurrir a los comicios y los que sostienen la abstención, por un lado, y en medio de denuncias de supuesta corrupción en el manejo de fondos por parte del Gobierno paralelo de Guaidó.
Paralelamente, el gobierno denunció que el fin de semana pasado desbarató un supuesto complot para atentar contra instalaciones del CNE y destruir máquinas y otros materiales de votación, por el que reportó la detención de siete personas.
Mientras tanto, por primera vez desde las presidenciales de 2006, el Gobierno admitió la actuación de observadores electorales en lugar de los habituales acompañantes electorales.
Para este proceso electoral se acreditaron ocho misiones de observadores extranjeros -incluidas la ONU, la UE y el Centro Carter- y seis de locales, informó el presidente del CNE, Pedro Calzadilla.
Fueron habilitadas 30.106 máquinas de votación, distribuidas en 14.272 centros de votación que funcionarán de 6 a 18 (7 a 19 en la Argentina), aunque en las últimas elecciones el CNE prorrogó a último momento el cierre por una hora.
Los resultados comenzarán a divulgarse a medida que sean irreversibles, aunque no se esperan mayores demoras debido a que todo el sistema está automatizado, anunciaron fuentes de la autoridad electoral.