Los vecinos de Puerto Iguazú se muestran en contra de una iniciativa del gobierno que busca imponer en el Parque Nacional –cuyas célebres cataratas fueron declaradas, en 2011, una de las Siete Maravillas naturales del mundo– una serie de negocios inmobiliarios que beneficiaría a un puñado de empresarios. Desde el 4 de diciembre están en alerta ante la presentación que hizo Gustavo Santos, Secretario de Turismo y Sergio Bergman, de Ambiente y Desarrollo Sustentable, del programa «Oportunidades Naturales», con la idea de atraer «inversiones privadas para el desarrollo de servicios turísticos en áreas naturales protegidas del país».
Este evento que fue realizado en Casa Rosada, contó con la participación inversores extranjeros que estudiaron con atención las «37 oportunidades» identificadas por el gobierno para que los privados inviertan «en alojamientos y actividades turísticas dentro de los Parques Nacionales».
Una de las propuestas es precisamente en las Cataratas donde se busca instalar, en unas 12 hectáreas, servicios de «glamping», hotelería y restaurantes, entre otros servicios.
José Barrios, miembro de la Fundación Amigos de los Parques, expresó que»la biodiversidad se va a ver afectada. El pernocte de la gente que se va a alojar dentro del parque echará por tierra todo el proceso de recuperación de la selva.»
Expresó también su opinión en contra la diputada nacional por Misiones María Cristina Brítez (Unidad Ciudadana), cuando a mediados de diciembre sostuvo en el Congreso que en la comunidad de Iguazú reinaba la incertidumbre: «En 1984, Unesco declaró al parque Patrimonio de la Humanidad, pero no para oportunismos empresariales como los que estamos presenciando hoy, ambiciones desmedidas sin conciencia ambiental».