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Vecinal La Florida: un espacio que trabaja por las necesidades del barrio


Foto: Fernando Der Meguerditchian

CLG dialogó con Marcelo, presidente de la institución y María del Carmen, la tesorera, que contaron sobre su labor diaria

 

La vecinal La Florida abrió sus puertas en 1949 y desde entonces ha ido mutando para satisfacer las necesidades de la gente del barrio. Primero se luchó por el asfalto, las cloacas y fue sede de la escuela de la zona hasta que se levantó el edificio para ésta. Ahora, con esas cuestiones ya saldadas, se encarga de dar contención para chicos y grandes a través de diversos talleres. CLG dialogó con Marcelo, presidente de la institución y María del Carmen, la tesorera, que contaron un poco más sobre su labor.

Foto: Fernando Der Meguerditchian

«Nosotros estamos desde 2009. En ese momento, éramos los más jóvenes que nos acercábamos a la vecinal y empezamos a trabajar con otra mirada y con otra forma de organizarnos», contó María del Carmen. Y añadió: «Empezamos a hacer un trabajo en conjunto con las instituciones emplazadas en otros lugares, clubes, vecinales, la universidad. Así fuimos tejiendo las redes».

Foto: Fernando Der Meguerditchian

En la misma línea, Marcelo aseguró: «Los vecinalistas hacían las gestiones para que el barrio tuviera mejor calidad de vida». «Era un trabajo colectivo, barrial. Hoy en día quizás se perdió un poco porque esas primeras necesidades ahora ya no las tiene este barrio. Por eso vinimos con otra idea», continuó.

Foto: Fernando Der Meguerditchian

«Los vecinos son los que vienen y se apropian de las actividades que hay. De la misma necesidad de los vecinos van surgiendo las propuestas», aclaró la tesorera. Entonces, enumeró algunas de las propuestas: «Tenemos actividades culturales como tela, plástica para niños, un taller de música, tenemos taller de gimnasia para adultos mayores, taller de la memoria, reiki, yoga».

Actualmente, la vecinal cuenta con unos 500 socios. «Queremos hacer más», manifestó el presidente. Para asociarse hay que pagar una cuota «representativa» que sirve para que todo siga funcionando.

Foto: Fernando Der Meguerditchian

«A nosotros se nos complicó la economía de la vecinal por los impuestos y los gastos que tenemos. Por eso sumamos más actividades, para poder recaudar más. A nosotros esta economía nos pegó un mazazo en la cabeza. Nos ha dejado muy mal económicamente», resumió Marcelo. Por último, María del Carmen, resaltó: «Tenemos que buscar mecanismos diferentes para que esos costos nos resulten tan pesados para pagarlos. Como paneles solares».