Los bloqueos los llevan adelante trabajadores autoconvocados del sector de la salud que no se ponen de acuerdo con el gobierno en el aumento salarial
Desde hace dos semanas la actividad de las empresas petroleras que operan en la zona de Vaca Muerta se encuentran paralizadas por unos 20 cortes de ruta que llevan adelante trabajadores autoconvocados del sector de la salud en Neuquén. El gobierno provincial propuso un aumento salarial del 53% en tres tramos a la conducción de ATE y se discute en asambleas.
El conflicto se inició hace 40 días cuando grupos internos de la rama de salud de ATE desconocieron un acuerdo salarial con la Provincia. Los autoconvocados ya rechazaron la oferta realizada por el gobernador Omar Gutiérrez, de un bono de $30.000.
«Esta oferta del Gobierno es totalmente insuficiente y es falso que sea un incremento del 53%. Son aumentos del 5% cada dos meses, y recién el año que viene se completa la última cuota. Nos quisieron conformar con el 12%, pero si hoy hacen esta oferta al básico para todos los estatales de Neuquén es producto de la enorme lucha de las y los trabajadores de autoconvocados salud», aseguró Marco Campos, referente de los autoconvocados y trabajador del Hospital Castro Rendón.
El grupo que mantiene los cortes reclama que se los convoque a una mesa de negociación. Hasta el momento, los bloqueos ya causaron una pérdida de producción de 3,5 millones de metros cúbicos de gas y alrededor de 10.000 barriles diarios.
Las empresas realizan, por ahora, vuelos en avión y helicópteros para el traslado del personal con el fin de sostener la actividad. Por la falta de insumos, unos 5.000 trabajadores del sector están frenados. Esto significa que están cobrando sus salarios pero que no están en actividad, en el caso de los que tienen contratos de locación de servicios, por ejemplo.
El cálculo es que unos 70 equipos de perforación, fractura y terminación que siguen sin poder operar a causa de los bloqueos. Es casi la totalidad de los que operan la cuenca neuquina. Las pérdidas económicas para las empresas acumulan unos USD 37 millones de dólares, sin contar las afectaciones futuras.
La paralización implica entre 3 y 4 millones de metros cúbicos diarios comprometidos para el Plan Gas que no llegar a estarán a tiempo para el invierno. En la industria, estiman que la imposibilidad de inyectar este gas producido en el país en invierno obligará al Estado Nacional a tener que importar combustibles por alrededor de USD 200 millones.
La situación de abastecimiento de gas durante este invierno, según las fuentes, se volvió más complicada por varios factores no esperados que se dieron al mismo tiempo: una declinación de la producción de Bolivia, que llegará con 60% menos de gas este invierno; la producción de las centrales hidroeléctricas en baja; el Plan Gas, que comenzó más tarde de lo proyectado y este conflicto actual en Vaca Muerta, justo en el momento de la etapa final de las tareas.
La semana pasada, empresas del sector solicitaron al gobernador de la Provincia de Neuquén, Omar Gutiérrez; el ministro de Economía, Martín Guzmán; y el secretario de Energía, Darío Martínez, la intervención en el conflicto. Sin embargo, fuentes oficiales aseguran que se trata de un conflicto salarial local y que el gobierno nacional tiene pocas alternativas para intervenir.