Por Matías Gregorio
Para Uruguay, este domingo 27 de octubre también será un día clave, que comenzará a definir la continuidad del gobierno de izquierda o el regreso de la derecha después de 15 años. 2.700.000 ciudadanos uruguayos están convocados a las urnas para elegir un nuevo presidente y renovar completamente las cámaras de senadores y diputados.
Según todas las encuestas de intención de voto, el candidato oficialista del Frente Amplio (FA) Daniel Martínez es quien lidera la carrera electoral con entre el 34 y 40 por ciento de las preferencias, seguido del principal candidato opositor, Luis Lacalle Pou, integrante del Partido Nacional (PN) e hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle, que obtendría entre 22 y 26 por ciento.
Después se ubica el Partido Colorado (PC) y la candidatura del economista Ernesto Talvi que fluctúa entre un 12 y un 18 por ciento, y en cuarto lugar aparece una novedad política que es el Partido Cabildo Abierto (CA) con la figura del ex comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, considerado por muchos como el «Bolsonaro uruguayo», que obtendría entre un 8 y un 10 por ciento de los votos.
Les siguen varios partidos menores, de derecha, centro e izquierda que juntos no alcanzan el 6 por ciento de los sufragios. En total, los candidatos presidenciales son 11, con la particularidad de que no hay ninguna mujer.
La elección de primera vuelta se presenta como una de las más reñidas de los últimos años, ya que el Frente Amplio tiene por primera vez posibilidades de dejar el gobierno en el probable balotaje que se daría el 24 de noviembre, ya que en Uruguay es necesario lograr la mitad más uno de los votos para obtener la presidencia, es decir, una mayoría absoluta. Y, según los analistas, las probabilidades de que el oficialismo coseche ese apoyo este domingo son casi nulas.
Pero más allá de los postulantes al poder ejecutivo, en el país Charrúa también se ponen en juego otros debates sumamente importantes, en sintonía con la alarmante situación que atraviesa Latinoamérica. Por eso, CLG dialogó con el periodista uruguayo Fabián Bertolini, quien esclareció el panorama electoral.
Para comprender el presente es necesario tener una visión histórica de los acontecimientos, por lo que Bertolini hizo un repaso de los últimos años en materia política: «Uruguay es un partido históricamente gobernado por dos partidos tradicionales, el Partido Colorado y el Partido Nacional. El primer presidente democrático después de la dictadura, en 1985, fue el doctor Julio María Sanguinetti, del Partido Colorado. Ya en 1990 el Partido Nacional, los denominados ‘blancos’, asumen con Luis Alberto Lacalle Herrera, el papa del actual candidato. Luego vuelve a ganar Sanguinetti y de 2000 a 2005 gobernó Jorge Batlle, del mismo partido. La historia cambia a partir del 2005 con la irrupción del Frente Amplio, con el doctor Tabaré Vázquez como el primer presidente de izquierda, seguido por José «Pepe» Mujica» y el posterior retorno de Tabaré Vázquez, quien es el actual presidente».
Voto a voto
El periodista consultado mencionó que si bien en Uruguay siempre hubo segunda vuelta, inclusive en 2014, este año «hay una coyuntura totalmente diferente». Y explicó porqué: «Tenemos un país caro donde ha crecido la indigencia. El Frente Amplio tuvo en estos 15 años la bonanza de tener mayoría parlamentaria y buenos trabajos sociales, pero no alcanza. Cada vez hay más gente en la calle».
A su vez, indicó que el país oriental se fracciona en dos partes: la capital (Montevideo), el área metropolitana y el departamento Canelones, «lo que sería para Argentina Buenos Aires y Capital Federal»; y los 17 departamentos restantes del interior.
Según dijo, en la primera zona mencionada «se basa la gran fuerza del Frente Amplio, a tal punto que tiene esas intendencias desde hace mucho tiempo, como en Montevideo donde gobiernan desde hace casi 30 años».
Sin embargo, el oficialismo «estaría perdiendo un 15% de votos en el interior en comparación con la relación anterior», estadística que se explica, en parte, por la aparición del mencionado partido de ultraderecha Cabildo Abierto, «que de forma sorprendente consigue tener más del 10% de votantes, es decir, entre 90 mil y 100 mil ciudadanos, que de algún lado aparecieron, porque nosotros seguimos siendo los 3 millones y poquito».
En ese contexto, el Frente Amplio ha perdido votos.
A buscar consensos
«Este domingo se elige sobre todo el Parlamento, porque el presidente lo vamos a conocer en noviembre», sostuvo Bertolini, y subrayó que «gane el Frente Amplio o el Partido Nacional, que son los dos que llegarían a un balotaje en noviembre, el próximo presidente no tendrá mayoría en el Parlamento».
Quien también se desempeña como relator resaltó que la coalición oficialista de izquierda que abarca facciones diversas «puede perder senadores y diputados», por lo que dejaría de tener mayoría legislativa después de 15 años.
En el caso de la oposición, «los tres bloques armarán una coalición de cara a las elecciones de noviembre que se mantendrá por estos cinco años de gobierno si es que el Partido Nacional gana».
Dado que el respaldo del Congreso es muy importante en el sistema político uruguayo, que es semipresidencial o semiparlamentario, el futuro gobierno deberá buscar los consensos necesarios para aprobar cada proyecto.
Debate con sabor a poco
Al igual que en Argentina, Uruguay tuvo su debate presidencial fijado por ley después de 25 años, donde los dos principales candidatos presidenciales, Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou, expresaron sus propuestas.
Bertolini opinó que «prácticamente no fue un debate, ya que cada uno expuso su posición de acuerdo al tema sin intercambio alguno». «No me gustó y por momentos me aburrió», añadió.
El candidato socialista dijo que Lacalle Pou no paraba de criticar sin fundamentos, «como lo supo hacer Mauricio Macri con el gobierno anterior argentino, y vean el desastre, la catástrofe que vive Argentina», pronunció. El hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle le respondió: “Es una simplificación compararnos con Macri. Yo no digo que ustedes son los Kirchner».
«La comparación de Lacalle y Macri también vino por su origen, de una familia acomodada, privilegiada», explicó Fabián, y consideró que «es una confrontación entre el socialismo y los beneficios para los más débiles contra las políticas neoliberales, una lucha muy parecida a la de Argentina».
Asimismo, adelantó que en noviembre habrá un nuevo debate en la previa del balotaje, «posiblemente entre Martínez y Lacalle».
¿Los militares a las calles?
El pasado martes comenzaron a viralizarse videos desde Uruguay, donde los ciudadanos coparon la avenida principal de Montevideo al grito de «milicos nunca más» para manifestarse en contra del plebiscito «Vivir Sin Miedo», que Uruguay votará junto con las elecciones nacionales y que busca reformar la Constitución para que los militares puedan actuar en la seguridad pública.
Este plebiscito fue impulsado por el senador del opositor Partido Nacional, Jorge Larrañaga, y busca la creación de una Guardia Nacional con 2.000 militares que trabajen junto a la Policía, permitir allanamientos nocturnos, negar la libertad anticipada a prisioneros culpables de determinados delitos y la pena de reclusión permanente revisable.
El intento de modificación a la Carta Magna se da en medio de una feroz avanzada militar contra cientos de ciudadanos latinoamericanos que en distintos puntos del continente salieron a las calles a protestar contra el constante ajuste que venían padeciendo, como en los casos de Chile y Ecuador.
Milicos nunca más, grita ahora Uruguay. Impactante movilización. pic.twitter.com/Ne7NyBr5Wj
— Gustavo Streger (@gstreger) October 23, 2019
Bertolini contó que en Uruguay han aumentado los casos de robo y homicidio, siendo la inseguridad un gran problema. Aún así, aseguró que «parecía una utopía que Larrañaga juntara las firmas», algo que finalmente sucedió.
Y la tendencia se muestra a favor de la reforma, puesto que «el porcentaje que la aprobaría sería cercano al 53%», detalló el periodista, y agregó: «Lo increíble es que la parte más pobre de nuestro país está de acuerdo con la reforma. Siempre es el que más tiene el que trata de cuidar lo que posee, pero, en este caso, el que tiene menos es el que quizás la esté pasando peor por el contexto en el cuál vive».
«Rechazo totalmente en el contexto de América hablar de los militares. Y no importa el gobierno. Porque en Venezuela y Bolivia son de izquierda, y en Chile, Ecuador y Colombia son de derecha. No pasa por ahí, son militares que están preparados para un determinado fin, diferente en cada país», expresó Fabián.
El entrevistado argumentó que a pesar de que la intención es que los 2.000 militares trabajen como si fueran policías, «su génesis es militar, están preparando de otras maneras que la policía. Ese el principal rechazo que genera en mucha gente que vivió la dictadura y siente que es retroceso de 30 o 40 años».
De tomas maneras, señaló que si el domingo se aprueba, «Uruguay, del gobierno que sea, debe acatar el voto popular«.