El país charrúa es uno de los menos afectados por la pandemia en Sudamérica, con 517 casos confirmados y nueve fallecidos
El gobierno de Uruguay anunció que comenzará a hacer exámenes de coronavirus a grupos aleatorios, designados con la técnica de muestreos, con el objeto de detectar más casos de la enfermedad especialmente en pacientes asintomáticos.
«Vamos generando los escenarios, como más camas de terapia intensiva, con (tests a) grupos centinelas aleatorios, generar otras estrategias, más protocolos», afirmó el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, en una entrevista publicada hoy por el diario montevideano El Observador.
El funcionario admitió que era «un poco previsible» que en los últimos días hubiera más gente en las calles, tras los feriados de Semana Santa y el regreso al trabajo de «los 45.000 trabajadores directos de la construcción».
Dijo que de todos modos «hay una actividad muy deprimida de la economía» y subrayó que el gobierno está preocupado por ello.
«Si bien la prioridad es la salud, tampoco podemos dejar morir a los motores de la economía, entre otras cosas porque hay una mitad del país que abastece a la otra mitad», explicó.
El secretario de la Presidencia reconoció que «hay mucha gente a la que se le cayó la actividad, por diferentes motivos, y todo eso hace que haya que dar una atención especial y empezar por los más vulnerables».
Delgado reivindicó que el gobierno haya tomado «medidas muy duras, muy rápido», que «generaron que lo que pasa en otros países, el contagio exponencial, en Uruguay se fuera transformando en una curva más lenta, achatándose».
Uruguay es uno de los países de Sudamérica menos afectados por la pandemia, con 517 casos confirmados y nueve fallecidos, y desde hace varios días tiene más pacientes recuperados (298) que infectados activos (210, y de estos solo 14 internados, todos en terapia intensiva), según actualizó esta noche el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae).
Paralelamente, Delgado defendió que otras disposiciones, como aislamiento social o el uso de barbijos, no sean imperativas.
«Estas medidas son distorsivas y por eso a veces pedimos disculpas; nos negamos a pensar que haya que instalar algo casi policíaco para que la gente se quede en la casa; en los países donde se hizo hay más personas procesadas o detenidas que infectadas», dijo.
Consultado sobre cuándo se dispondrá la reapertura de las fronteras, respondió: «La verdad es que no lo sé, pero tampoco lo saben los epidemiólogos, el presidente de la república o los ministros».
No obstante, remarcó que el gobierno «siempre» monitorea «lo que pasa en los países vecinos, pero también en los demás», y especialmente en Brasil -el país más afectado por la pandemia en la región-, con el que Uruguay comparte «ciudades binacionales» en las que «se está trabajando con protocolos binacionales de prevención».