Uno de cada tres estudiantes en el mundo sufre acoso escolar o bullying, una forma de violencia entre pares que genera «miedo, soledad, inseguridad, desconfianza en ellos mismos e incluso pensamientos suicidas», alertó este jueves Unicef.
Las cifras, basadas en datos recopilados en 122 países entre jóvenes 13 a 15 años, fueron presentadas con motivo de la campaña #PoneteEnSusZapas, que invita a los chicos «a ponerse en el lugar del otro y a no discriminar».
“Para Unicef es clave apoyar la promoción de los derechos de los chicos, chicas y adolescentes. Estamos muy contentos de poner de relieve la importancia de concientizar sobre la discriminación y el bullying”, señaló Pablo Ferreyra, gerente de Alianzas Corporativas y Responsabilidad Social Empresaria de ese organismo.
Desde Unicef señalaron, además, que «muchos chicos que sufren acoso escolar tienden a callar su padecimiento por miedo a represalias o por creer que si exponen su situación serán aún más excluidos». «Por eso es fundamental la intervención de los adultos», completaron.
En cuanto al riesgo de suicidio, Unicef señaló que el bullying es uno de los factores más comunes que puede generar «vulnerabilidad psicológica o mental».
«Los problemas en la escuela, tanto en relación con las bajas calificaciones como el rechazo por parte del grupo de compañeros, se convierten en algunos casos en bullying o acoso escolar a través de burlas y agresiones, lo que genera un estado de vulnerabilidad», explicaron a través de un comunicado.
Además, existen algunos síntomas a los que es importante prestar atención para prevenir el suicidio adolescente, como «el desgano y desinterés, la tristeza y la soledad, que pueden estar asociados a una depresión».
«En otros casos, los adolescentes manifiestan la depresión a través de un alto grado de excitabilidad. Hay algunos otros más observables como los cambios en la forma de alimentarse (pérdida o aumento de apetito) o los trastornos en el sueño», alertaron los especialistas de Unicef.