A partir de la progresiva incorporación de la inteligencia artificial a la vida cotidiana, el organismo internacional advirtió que “los algoritmos que le permiten funcionar también han sido mal utilizados en los últimos años, ilustrando sus peligros”
La Unesco adoptó hoy un primer texto mundial sobre la ética de la inteligencia artificial que busca “enmarcar estas tecnologías que plantean vastos riesgos a pesar de los numerosos avances que permiten”, informó hoy ese organismo internacional.
Ratificado por los 193 Estados miembros de la Unesco, el texto destacó la «necesidad de garantizar la transparencia y la inteligibilidad del funcionamiento de los algoritmos y de los datos a partir de los cuales se obtuvieron», ya que pueden influir en «los derechos humanos y las libertades fundamentales, la igualdad de género y la democracia».
Además, subrayó que a pesar de que “las tecnologías de la inteligencia artificial pueden prestar grandes servicios a la humanidad» y «todos los países pueden beneficiarse de ellas», también plantean “preocupaciones éticas de fondo», indicó la agencia de noticias AFP.
A partir de la progresiva incorporación de la inteligencia artificial a la vida cotidiana, el organismo internacional advirtió que “los algoritmos que le permiten funcionar también han sido mal utilizados en los últimos años, ilustrando sus peligros”.
Fruto de un trabajo iniciado en 2018, la Unesco hizo hincapié en que los Estados se comprometan a respetar valores como «respeto, protección y promoción de los derechos humanos», «diversidad e inclusión», promoción de «sociedades pacíficas» y del medio ambiente.
En esa línea, señaló que «Facebook ha sido el centro de muchos escándalos», luego de que la consultora británica Cambridge Analytica fuera acusada de desviar los datos de esta red social estadounidense «para influir políticamente en el referéndum que llevó al Brexit en el Reino Unido y en la elección de Donald Trump en Estados Unidos», indicó la AFP.
Esto se suma a una acusación más recientemente a Facebook por «polarizar a las sociedades mediante la difusión desproporcionada de contenidos extremistas o conspiracionistas».