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Sorprendió a la ciencia

Una zorra polar recorrió 3.500 kilómetros sobre hielo en 76 días


Una zorra polar hizo entre Noruega y Canadá un maratónico recorrido de unos 3.500 kilómetros a través de la banquisa en sólo 76 días: una hazaña jamás observada por la comunidad científica, sorprendida por la resistencia del animal.

Su viaje demuestra la importancia vital de la placa de hielo marino para las migraciones de la fauna del Ártico, y la amenaza que representa el recalentamiento global para la sostenibilidad de este equilibrio.

Arnaud Tarroux, uno de los investigadores que inició el estudio publicado por el Instituto Polar Noruego, advierte: «menos hielo […] quiere decir menos posibilidades de emprender este tipo de migraciones».

La zorra, equipada en julio de 2017 con un transmisor satelital, dejó el 26 de marzo de 2018 la isla de Spitzberg, en el Svalbard -un archipiélago noruego situado a poco más 1.000 km del Polo norte-.

El 10 de junio, es decir 76 días después de su salida de Noruega, llegó a la isla de Ellesmere, en Nunavut, una de las comunidades más septentrionales de Canadá, después de recorrer 3.506 kilómetros.

«Esta especie es aún más resistente y más rápida de lo que se había observado anteriormente», declaró el miércoles Tarroux. «Se trata de una hembra joven, de menos de un año de edad, por lo tanto relativamente inexperta, que literalmente se va a descubrir el mundo logrando sobrevivir a una travesía del Ártico desde su primer intento», precisó a la AFP. En particular, recorrió 1.512 km hasta Groenlandia en sólo 21 días.

«Es la primera observación que muestra en detalle que un zorro polar ha migrado entre diferentes continentes y ecosistemas del Ártico, y constituye una de las migraciones más largas jamás registradas» para esa especie en tan poco tiempo», según el instituto noruego en un artículo.

El cánido, perfectamente adaptado a los medios polares áridos, se desplazó a un ritmo promedio diario de 46,3 km, con un pico de 155 en Groenlandia.

En lo respecta a la elección de Canadá y no de Rusia, por ejemplo, «es posible que se trate simplemente de una serie de coincidencias que la habrían llevado a encontrarse en una zona del Alto Ártico canadiense en el momento adecuado para encontrar suficientes recursos y poder establecerse», explicó Tannoux.

Actualmente se desconoce qué pasó con el animal: el sistema de localización dejó de funcionar en febrero de 2019.