Ciudad

Una vuelta con sabor a poco: el balance de la reapertura de los bares


Tras 80 días, los locales gastronómicos abrieron sus puertas. Durante la segunda jornada de reapertura, CLG recorrió diferentes bares de la ciudad para conocer el balance

Sentarse en un bar a tomar un café fue una de las actividades que más extrañaron los rosarinos durante el aislamiento social. La ciudad comenzó este lunes a caminar la nueva normalidad en el marco de la pandemia del coronavirus y los bares volvieron a abrir sus puertas después de 80 días.

Los locales gastronómicos pueden funcionar con horario reducido, de lunes a domingos de 7 a 23 horas y con limitación de capacidad de hasta un máximo de 50%. Pero además se deberá cumplir con una serie de medidas preventivas, como la obligatoriedad del tapabocas o la prohibición de la lectura del diario.

CLG recorrió el centro de la ciudad y dialogó con encargados y mozos de  distintos bares durante este segundo día de apertura. Las puertas están abiertas, pero en el balance, la primera jornada deja gusto a poco: durante el primer día no hubo una gran cantidad de clientes. “No hubo casi movimiento, muy poco. Es algo inédito estar 80 días cerrado. La gente tiene que volver a enterarse que estamos funcionando”, indicó Marcelo, titular de un conocido bar céntrico.

Marcelo hizo hincapié en la situación económica que vive gran parte de la sociedad. “Hay que lidiar con los costos porque las cosas han seguido aumentando, tenemos que sacrificar nuestra mano de obra para mantener un precio coherente y la gente pueda consumir. Está complicado para todos en la parte económica, estamos todos muy damnificados, tengo muchos colegas que han cerrado porque no pueden afrontar los gastos de alquiler”, comentó.

El titular de La Yapa también indicó que los lugares y los clientes deben adaptarse al nuevo protocolo. “Tenemos que buscar la nueva modalidad de trabajo. Es todo un sistema complicado, habrá que acomodarse y aggiornarse a lo que viene”, expresó.

Foto: Fernando Der Meguerditchian

 

Andrés, empleado de Málaga, consideró que el primer día fue medido. “Fue difícil adaptarse a todo. Primero tuvimos que adaptarnos a lo que era solo delivery, después que se pueda venir a retirar y ahora el tema del aislamiento y la prevención”.

Ante esto, Andrés comentó que los locales deben llevar un registro ante cada persona que ingresa, situación que ha incomodado a los clientes. “Les ha molestado el tema de los datos, pero han podido salir que es lo que ellos querían”.

Foto: Fernando Der Meguerditchian

 

En ese sentido, Carlos, encargado del Bar de la Plaza, señaló: “No tuvimos problema con el protocolo, le hacemos firmar una nota como se pide. La gente se va a tener que adaptar a todas estas circunstancias”.

El Bar de la Plaza se encuentra cercano a la Municipalidad, que hasta el momento sigue con las puertas cerradas. “El primer día fue como esperábamos, muy tranquilo, vamos a tener paciencia. El primer paso que es abrir, lo dimos”, dijo Carlos.

Foto: Fernando Der Meguerditchian

 

En cuanto a lo económico, Carlos aseguró que “va a costar mucho recuperarse”. “No hay gente, la gente sale muy poco. No es como antes. El movimiento es muy tranquilo, pero habrá que acostumbrarse”, afirmó.