Se estrenó "Un príncipe en Nueva York 2" nuevamente con Eddie Murphy al frente del elenco original, pero no bastó con su presencia
Por Mario Luzuriaga
«Un príncipe en Nueva York» es una de esas comedias clásicas que el público amó por sus personajes y situaciones. Con el paso de los años la gente mantiene ese recuerdo y en charlas se dice: «qué lástima que no hicieron otra más»; pero son contadas las veces que las segundas partes suelen superar a la original. En este caso ni siquiera llegó a acompañar el clásico de los 80.
Antes de morir, el rey Jaffe Joffer (James Earl Jones) le confirma a su hijo, y sucesor en el trono, Akeem (Eddie Murphy) que tiene un hijo previo a su casamiento con Lisa McDowell (Shari Headley). Además está en una encrucijada con las leyes del reino de Zamunda, ya que necesitan un hombre para continuar con el gobierno, es ahí donde la hija mayor de Akeem pega el grito en el cielo y a su vez es acechado por un dictador llamado Izzi (Wesley Snipes) que quiere llegar al poder. Es ahí donde Akeem y su amigo Semmi (Arsenio Hall) vuelven a Nueva York a buscar al futuro príncipe de Zamunda.
La película quiere rememorar a su original con la inclusión de la mayoría del elenco original, pero lo hace de manera muy bobas que ni siquiera aportan algo interesante a la trama. Regresos de personajes que solo participan en menos de una octava parte de la película, pero que están solo para que se recuerden y pasen desapercibidos.
Se ve al propio Murphy como desganado y deja de ser el actor cómico que solía ser con buenas interpretaciones. Una lástima ya que él junto al director de este filme, Craig Brewer, hicieron un trabajo formidable en «Yo soy Dolemite». Acá todo parece ser forzado y hasta hecho en código para la alegría de la gente neoyorkina y de color.
El único momento risueño de la película fue cuando Akeem y Semmi regresan a Nueva York y se topan en una barbería donde siguen estando ese grupo de viejos peluqueros haciendo de las suyas.
Mi recomendación es que se queden con el recuerdo de la primera y vean algo decente de Murphy junto a Brewer que es «Yo soy Dolemite» disponible en Netflix.
Calificación: Mala.