Una periodista y asistente en la cámara baja del Parlamento afgano, Mina Mangal, fue asesinada este sábado a tiros en Kabul, informaron fuentes oficiales.
Mangal, que trabajó durante años como presentadora y productora en varios canales de televisiones locales antes de pasar a desempeñarse como asesora en la Wolesi Jirga o Congreso, fue asesinada «por un grupo de atacantes que no fueron identificados», dijo en un comunicado el portavoz del Ministerio del Interior, Nasrat Rahimi. «Por el momento no se han producido detenciones aunque la investigación ya ha comenzado», indicó la fuente.
El portavoz de la Policía de Kabul, Ferdaws Faramarz, indicó a la agencia EFE que las autoridades no dsescartan ninguna opción, aunque aclaró que el padre de la víctima señaló a una persona que podría estar detrás del asesinato, sin aportar más detalles.
La delegación de la Unión Europea en Afganistán recurrió a la red social Twitter para expresar la «conmoción, tristeza y consternación» ante la muerte de Mangal. «La Unión Europea insta a una investigación rápida y al procesamiento de los autores», añadió la Delegación.
En 2018 murieron 20 periodistas y trabajadores de medios de comunicación y otros 20 resultaron heridos en incidentes relacionados con el ejercicio de su profesión, el año más mortal para los profesionales de la comunicación en el país según datos de la organización en apoyo a la libertad de prensa en Afganistán NAI.
Diez periodistas fueron asesinados en un solo día, el 30 de abril del año pasado, nueve de ellos en un ataque suicida en Kabul, mientras que el décimo fue atacado por desconocidos en la provincia de Khost (sureste), el mismo día. Afganistán es uno de los países del mundo donde es más peligroso ejercer como periodista.
La nación asiática ocupa el puesto 121 de 180 países en el índice de libertad de prensa de 2019 de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), y en lo que va de año han sido asesinados tres periodistas y un bloguero.