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Una pareja de jubilados rosarinos necesitó en marzo $461.400 para cubrir sólo la canasta básica


Los datos fueron presentados en el último informe del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor. Mostró un aumento del 23% en relación a febrero

El último relevamiento realizado por el Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC) en Rosario reveló que una pareja de jubilados necesitó $461.400,54 pesos para cubrir sus necesidades básicas durante el mes de marzo. Este monto representa un incremento del 23,23% con respecto a febrero, reflejando así la continua escalada de los costos de vida que afecta especialmente a los sectores más vulnerables.

El estudio, que se enfocó en 50 productos y 13 servicios esenciales, detalla que la mayor parte del presupuesto ($210.743,24) se destinó a productos de consumo masivo, mientras que el resto ($250.657,30) correspondió a servicios básicos del hogar. En términos de variación por rubro, los alimentos fueron los que registraron los mayores aumentos. Las carnes encabezaron la lista con un incremento del 44,13%, seguidas por las frutas y verduras (18,61%), las bebidas (14%) y los comestibles envasados (5,44%).

En cuanto a los servicios básicos para el hogar, el aumento más significativo se observó en los servicios para las personas, con un alarmante incremento del 187,29%. Le siguieron los servicios para la vivienda, con un aumento del 33,19%, y los gastos relacionados con alquiler e impuestos, que aumentaron un 3,53%. Destaca que el rubro de transporte se mantuvo estable, mientras que otros servicios experimentaron incrementos considerables, como el agua (68,14%), energía (39,63%), telefonía fija y móvil (25%), cable e internet (25%), TGI (20%) y expensas (20%).

A estos gastos se suma la preocupación por el aumento en el costo de los medicamentos, un aspecto crucial para la mayoría de los jubilados, cuyos precios también han experimentado un alza significativa en 2024. Esta situación se suma a los conflictos relacionados con prepagas y coberturas de obras sociales, generando una mayor presión sobre el ya ajustado presupuesto de los jubilados.

La escalada de los costos de vida representa un desafío adicional para los jubilados, que enfrentan una pérdida significativa de su poder adquisitivo en un contexto económico cada vez más complicado.