La organización Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que el mundial de fútbol Rusia 2018, que arranca el 14 de junio se realizará cuando el país anfitrión vive «la peor crisis de derechos humanos desde la era soviética» y llamó a la FIFA a hacer valer su influencia ante las autoridades de Moscú evitar hechos relacionados con ese flagelo.
El torneo, que se disputará durante un mes en once ciudades rusas, tendrá lugar en un «ambiente hostil y de deterioro para los derechos humanos», alertó la organización en un comunicado difundido desde Berlín con motivo de la publicación de una guía de 44 páginas sobre la materia y destinada a los periodistas que cubren el evento.
HRW recuerda en ese documento que las autoridades rusas «usan de manera habitual leyes restrictivas para reprimir las libertades de reunión, de asociación y de expresión» y que «los funcionarios del gobierno emplean mano dura contra la oposición mediante la aplicación de leyes represivas e incrementando la censura en internet».
«Por ello, la FIFA debería hacer valer su influencia ante las autoridades rusas para abordar abusos contra los derechos laborales -también en obras relacionadas con el Mundial-, la restricción de libertades fundamentales y la continua represión a los activistas pro derechos humanos», refiere la crítica nota.
HRW llamó asimismo a la FIFA a interceder por el veterano periodista de deportes Hajo Seppelt, de la televisión pública alemana ARD, quien había informado ampliamente sobre el escándalo de dopaje en Rusia, y que se que se ha visto excluido del Mundial después de que el país anfitrión le haya negado el visado, citó la agencia de noticias EFE.
«La FIFA todavía tiene tiempo de demostrar que está dispuesta a hacer valer su influencia ante el Gobierno ruso para cumplir sus propias políticas de derechos humanos. Es en su interés garantizar que este bonito juego no se vea ensombrecido por un ambiente desagradable de discriminación y represión, declaró el director de HRW para Europa y Asia Central, Hugh Williamson.