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Una nueva droga logra revertir la anticoagulación de manera “rápida y segura”


Revertir de manera «rápida y segura» la anticoagulación en pacientes que viven medicados es posible gracias a una nueva droga que llegó recientemente a la Argentina, que puede usarse en casos en que el sangrado compromete la vida, como cirugías de urgencia o accidentes, afirmó hoy el médico Federico Bottaro.

Se trata de Idarucizumab, «el primer agente de reversión en el mundo de un anticoagulante oral como el Dabigatrán, uno de los más utilizados en la actualidad», explicó el especialista en Medicina Interna del Hospital Británico de Buenos Aires, donde se usó esa molécula por primera vez «con resultados exitosos».

Bottaro, también jefe de Emergencias de ese centro de salud y miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires, explicó que un agente reversor es un medicamento que permite «justamente revertir el efecto de otro». 

«En el caso de pacientes anticoagulados que toman Dabigatrán, por el momento el único anticoagulante con el que funciona Idarucizumab, permite actuar eficazmente en situaciones de emergencia», aseguró.

El especialista detalló que los anticoagulantes son drogas que hacen que la sangre tarde más en formar coágulos, por lo que se utilizan para tratar múltiples enfermedades que predisponen a las personas a formarlos.

«Las dos indicaciones más frecuentes para su uso son para evitar coágulos en el cerebro y para pacientes que por algún motivo ya los desarrollaron en piernas o pulmones y deben tomarlos para disolverlos o evitar que se formen nuevos», precisó.

Consultado sobre la cantidad de pacientes anticoagulados que existen en la Argentina, el médico dijo que «es difícil estimarla», pero que «para tener una idea, una a dos de cada 100 personas tiene fibrilación auricular (un tipo de arritmia que tiende a formar coágulos en el corazón) y debieran estar anticoaguladas, así como los mayores de 70 años, ya que hasta el 20% de ellos también padece esa condición», graficó.

El médico recordó además que durante los últimos 60 años anticoagulaban a los pacientes con una droga llamada Warfarina, que generaba varios inconvenientes: tardaba tres días en hacer efecto, interactuaba con las comidas y otros medicamentos y además requería monitoreos mensuales para asegurar que el rango de coagulación fuera el correcto.