Había ido a cubrir el partido de Rosario Central en el Gigante de Arroyito. Le rompieron la ventanilla y se llevaron la llave de la vivienda de sus padres, donde posteriormente fueron a robar
El periodista de Radio 2, Fernando Carrafiello, vivió una verdadera noche de terror este lunes cuando salía del Gigante de Arroyito, tras cubrir el encuentro entre Rosario Central y Central Córdoba de Santiago del Estero.
Al dirigirse al lugar donde había estacionado su auto, se encontró con que le habían reventado la ventanilla para robarle. Pero el raid delictivo no terminó ahí: los ladrones se llevaron la llave de la casa de sus padres, a dónde había dejado a sus hijos mientras trabajaba, y tras descubrir la dirección por unos impuestos que había en el vehículo, se dirigieron hacia allí e intentaron abrir la puerta.
“Salgo de hacer la cobertura y cuando llego a Grondona al 900, que es una antes de Cándido Carballo, veo los cristales del auto roto y noto que me faltaban un montón de cosas. No suelo dejar el auto ahí pero llegué con poco tiempo y no había mucho para elegir”, contó Carrafiello en diálogo con Radio 2.
Me rompieron los vidrios de mi auto
En las inmediaciones de la cancha de #Central en calle Grondona al 900
Termine mi cobertura para @radiolared y Carra tv y me encontré con este panorama.
Un espanto todo ya
Si alguien sabe de los papeles me avisa. pic.twitter.com/R69Q204Jz0— Fernando Carrafiello (@carrafiellofer) August 2, 2022
Posteriormente, detalló que mientras limpiaba los vidrios y repasaba las cosas que los delincuentes le habían robado, se dio cuenta que le faltaba la llave de la casa de sus padres, a dónde había dejado a sus hijos de 4 y 6 años.
“En un momento logro vincular y acordarme que en el auto tenía dos impuestos a mi nombre que llegan al domicilio de mis padres. Mientras termino de limpiar el auto me avisan que las tarjetas verdes las habían dejado en el domicilio de otro familiar y cuando llego a buscar a mis hijos, me cuentan que en pleno partido ingresaron tres delincuentes”, relató.
Los malhechores habrían utilizado el impuesto para saber el domicilio al que correspondía la llave y la utilizaron para abrir el portón de ingreso. “Una vez adentro abren un segundo portón y ahí se cae la llave que estaba puesta del lado de adentro. Mi sobrino de 14 escuchó el ruido y vio a los tres delincuentes por la ventana”, señaló.
Allí, el joven comenzó a gritar lo que llevó a una rápida reacción de los padres. “Mis viejos estaban en la cocina y ante los gritos se levantaron y lograron cerrar con llave la última puerta que los separaba de los delincuentes. Con todo el griterío, finalmente los ladrones se terminaron yendo”, concluyó detallando lo que fue una verdadera noche de terror para el periodista.