Por: Marcela Passo
Uno de los grandes desafíos que asumimos como Gobierno en diciembre de 2019 fue defender y acompañar a cada uno de nuestros habitantes.
Con Sergio Massa desde la presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación, y en articulación con el presidente Alberto Fernández, los ministros, gobernadores e intendentes, trabajamos en una batería de proyectos legislativos que nos ayuden a facilitar la vida de las argentinas y los argentinos.
Son muchas las propuestas que se elaboraron en ese sentido y que pusimos en práctica en estos primeros dos años. Desde la Ley de Zona Fría para beneficiar impositivamente a miles de personas, la reglamentación de la Ley de Talles que tengo el honor de haber impulsado desde mi primera estadía en el Congreso, o la modificación en el impuesto a las ganancias, solo por mencionar algunas.
En estas últimas elecciones renovamos el compromiso con la sociedad para trabajar en propuestas que impacten de lleno en el día a día y modifiquen la realidad.
Como bien planteó Sergio Massa, la ley de alquileres vigente fracasó. La normativa impulsada durante el gobierno de Mauricio Macri, y que se anunciaba como una panacea para una demanda tanto de inquilinos como de propietarios, acabó por tener un efecto contrario.
Es necesario asumir la responsabilidad política de llevar soluciones a nuestras vecinas y vecinos con una ley que de certezas al propietario y le brinde garantías y tranquilidad al inquilino.
Con la ley actual los precios incrementaron, muchas personas retiraron sus propiedades del mercado inmobiliario reduciendo la oferta y se terminó perdiendo la posibilidad de desarrollar el negocio.
Atentos a las necesidades sociales, planteamos la importancia de debatir en el Congreso modificaciones a la normativa para que contenga a todas las partes. Nuestra vocación, como siempre hicimos, es construir los consensos necesarios entre los actores involucrados para que el alivio sea una realidad.
La vorágine del mundo en el que vivimos nos hace replantearnos muchas situaciones, entre ellas los tiempos. Hay que trabajar con la mirada puestas en plazos y procesos que se correlacionen con el ritmo de vida que llevan las personas hoy en día.
Los valores actuales y las variaciones hacen que el pago mes a mes sea un problema grave, al igual que el ingreso a una vivienda.
Hay que poner el foco en mejorar las indexaciones, que las actualizaciones no sean una espada de Damocles sobre el conjunto de inquilinos e inquilinas.
Es necesario construir consensos entre los actores del sector para alcanzar una solución que cuide al inquilino y acompañe a los propietarios generando más posibilidades de desarrollo.
Los esfuerzos y la determinación política están destinados en revertir de lleno la realidad, no solo con la modificación de la ley de alquileres vigente. Junto con el Ministerio de Economía y Martín Guzmán, se trabaja para llevar al recinto de la Cámara de Diputados una ley que motorice al sector mediante el impulso a los créditos hipotecarios que genere mayores posibilidades de acceder a la vivienda.
En esa línea, hay que continuar incentivando la construcción y ese modo histórico que tienen de ahorro los argentinos y argentinas con la compra de ladrillos.
El incentivo a la construcción de viviendas tiene que ser de la mano de beneficios impositivos y con más posibilidades. Es necesario sumar estas propuestas para que el debate legislativo nos encuentre cuanto antes trabajando para cambiar la vida de las personas.
Apuntamos a una serie de propuestas que nos deje en la puerta de la casa propia. Los tiempos que corren nos reclaman estar a la altura de las circunstancias y no dejar pasar la posibilidad de revertir una situación que genera preocupación en las familias argentinas.
(*) – Marcela Passo es diputada nacional electa por el Frente de Todos y autora de la Ley de Talles.