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Una iglesia de Pichincha ofreció un asado de Navidad para personas sin hogar


Se trata de la Parroquia Inmaculada Concepción, ubicada en Ricchieri y Catamarca. Asistieron alrededor de 250 personas en situación de calle

Se trata de la Parroquia Inmaculada Concepción, ubicada en Ricchieri y Catamarca. Asistieron alrededor de 250 personas en situación de calle

Alrededor de 250 personas en situación de calle o solas compartieron un asado solidario de Nochebuena, organizado por un grupo de sacerdotes de barrios populares, Cáritas y laicos en un galpón de la Parroquia Inmaculada Concepción, de Pichincha.

«Estuvo muy bueno porque es una forma de que los curas de los barrios se junten a comer un asado con personas en situación de calle o que están solas, en un clima muy solidario», contó a Télam Gabriel, un estudiante de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Rosario, de 41 años.

Y agregó: «Primero hubo una misa, a la que iban quienes querían, mientras en el fondo de la parroquia armaron una parrilla larguísima, donde asaron de todo: desde lechones y corderos hasta carne y chorizos, todo donado por la gente».

Los curas de barrios populares hacen este asado desde hace diez años, declaró uno de los organizadores, el padre Gonzalo Carbone, al portal La Capital: «La gente siempre colabora mucho con nosotros. Este año, gracias a Dios, nos trajeron cuatro lechones, cinco corderos, cuatro cajones de pollos, 100 kilos de carne y cuatro kilos de chorizos».

«La verdad es que los rosarinos siempre responden de una manera increíble», señaló el cura y explicó: «Antes nos turnábamos los curas para hacer el asado, pero desde hace tres años se sumó un reconocido cocinero solidario, Diego Gauna, que es especialista en asar a la estaca y nos ayuda a cocinar todo lo que tenemos».

«Nosotros invitamos a todos. Antes lo hacíamos en la sede de Cáritas pero nos quedó chico. Ahora lo hacemos en un gran galpón de la Parroquia Inmaculada, de Catamarca y Ricchieri. Y servimos el asado los sacerdotes y voluntarios», comentó Carbone.

Y contó: «Esto lo hacemos con un grupo de sacerdotes para darle el significado verdadero que tiene la Navidad. Jesús nació en los corazones de los más pobres. Entonces, como nosotros no tenemos nuestras familias, decidimos pasarla con la gente de la calle, que son los más vulnerables en este momento».

«En estas cenas de Navidad, nunca tuvimos un problema, de ningún tipo. La respuesta es maravillosa, por eso en cada ocasión se suma más gente. Además, Navidad es una fecha especial, cargada de emociones, y en los últimos años se está sumando gente sola, no en situación de calle, pero que tiene ganas de compartir una cena», puntualizó el sacerdote.

En este sentido, Gabriel advirtió que «el asado se sirve acompañado con soda o gaseosas, sin bebidas alcohólicas, pero anoche a última hora apareció una donación de cajas de sidra, que los curas sirvieron para brindar por la Navidad después de la cena».