Cinco días, cuatro reuniones del más alto nivel político en tres capitales europeas, y un puñado de entrevistas a medios de comunicación locales donde desplegó una batería de definiciones sobre los temas más candentes de la gestión de gobierno
El presidente Alberto Fernández culmina una semana intensa tras su gira express por España, Alemania y Francia donde levantó la voz latinoamericana sobre las consecuencias que puede generar la invasión rusa a Ucrania y, en entrevistas con medios extranjeros, desplegó una batería de definiciones sobre los temas más candentes de su gestión de Gobierno.
Cinco días, cuatro reuniones del más alto nivel político en tres capitales europeas, y un puñado de entrevistas a medios de comunicación locales fue el saldo del breve viaje por Europa.
El plato fuerte de la visita quedó para el final: el encuentro con el reelecto presidente francés Emmanuel Macron que lo recibió con honores en París en el Palacio del Elíseo, en la madrugada argentina del viernes, y tras el cual Fernández partió raudamente a Buenos Aires, a donde arribó el sábado poco después de la medianoche.
En los encuentros con los líderes europeos, Fernández pudo escuchar de primera mano la extrema preocupación que genera en el Viejo Continente la invasión rusa a Ucrania -que ya lleva más de dos meses y aún parece lejos de terminar- y las trágicas consecuencias humanas y económicas que viene generando y podrían amplificarse a las zonas más vulnerables del planeta como África.
Reuniones de alto nivel, con definiciones sobre la guerra
Fernández se reunió el martes en el Palacio de la Moncloa con el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez y luego en el Palacio de la Zarzuela con el rey Felipe VI; el miércoles en Berlín con el canciller alemán Olaf Scholz y finalmente el viernes en París con Macron.
Como presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) -el bloque que integran 33 países de esas zonas- Fernández llevó a Europa la voz de la región: pidió explorar medidas conjuntas para detener cuanto antes la guerra y llevó una serie de iniciativas concretas que solo compartió con Macron -sentados en los jardines del Eliseo- quien se comprometió a analizarlas y seguir conversando durante las próximas semanas.
Macron, que viene de ganar un balotaje contra la líder de extrema derecha Marine Le Pen, es presidente pro témpore de la Unión Europea (UE) hasta el próximo 1 de junio y es tal vez con quién más conexión tenga Fernández. En los dos años y medio que lleva de Gobierno ya tuvieron cuatro encuentros cara a cara.
#París, último destino de una #GiraPresidencial en la que hemos puesto la voz de América Latina y el Caribe en el conflicto bélico que afecta al mundo y que demanda la solidaridad de todos. pic.twitter.com/ruEL2nrz3o
— Alberto Fernández (@alferdez) May 14, 2022
El mandatario francés se comprometió a visitar Buenos Aires en el corto plazo, una vez que termine de armar la conformación del nuevo gabinete con el que gobernará su segundo período de cinco años. «Quiero conocer a Fabiola y a Francisco», le dijo a Fernández.
Además de palpar en las calles europeas y su población la sensibilidad que hay por el tema de la guerra, Alberto se llevó definiciones concretas y dramáticas sobre el conflicto: Sánchez le dijo que el panorama es «a largo plazo» y Macron le transmitió que si la guerra se alarga están previendo una «crisis catastrófica» por falta de alimentos en un plazo de un año o año y medio, lo que en países vulnerables como los de África podría causar una «desestabilización en cadena».
En todas las reuniones, los mandatarios europeos le agradecieron a Fernández la clara postura argentina en los foros internacionales de condena a la invasión rusa y, si bien no hablaron del tema sanciones económicas, el Jefe de Estado argentino dejó en claro en sus declaraciones públicas su postura al respecto: «Las sanciones solo tienen efecto en Rusia y podrían afectar las economías de América Latina».
El eje UE-Celac podría unir sus voces contra la guerra, ante el panorama desolador en materia de seguridad alimentaria.
Ya no se trata solo de aumento de precios y la consecuente inflación -cuyos coletazos llegan hasta la Argentina- sino la crisis por falta de alimentos que temen los presidentes europeos, según el diagnóstico que trazaron ante Fernández.
El presidente argentino también les compartió las posibilidades que tiene la Argentina de convertirse en proveedor estable y seguro de alimentos y energía. No obstante, Fernández ratificó a cada rato que no le gusta encontrar oportunidades de ese tipo en medio de una guerra y que lo importante primero debe ser detenerla.
«Fuimos a demostrar en qué consiste la explotación que se está llevando adelante en la segunda reserva más grande de gas no convencional del mundo, y cómo eso puede generar a través de contratos de largo plazo para hacer un nuevo gasoducto, una nueva planta licuefacción, licuar gas y exportarlo», explicó el canciller Santiago Cafiero, integrante de la comitiva.
En otro plano, el Presidente argentino agradeció a cada uno den los líderes que visitó el apoyo brindado durante las negociaciones con el FMI y también se llevó la felicitación de sus pares por haber alcanzado finalmente el acuerdo para renegociar la deuda tomada durante la gestión de Mauricio Macri: fue una decisión «valiente y responsable», lo elogió Macron en el encuentro de este viernes.
La agenda nacional
Más allá del contexto internacional, Fernández no pudo eludir en Europa los temas más calientes de la agenda nacional y desplegó una batería de definiciones sobre política local en las entrevistas que brindó a los diarios y la televisión española, alemana y francesa.
Las diferencias dentro de la coalición oficialista del Frente de Todos (FdT), la posibilidad de su reelección en 2023, las audiencias públicas que esta semana discutieron en Buenos Aires el tema de la segmentación de las tarifas de los servicios de gas y electricidad, y el número de la inflación de abril conocido el jueves estuvieron entre los temas abordados por Fernández ante los periodistas extranjeros.
Inversiones
Si bien la gira fue netamente política, hubo dos compromisos de inversión que se suman al saldo positivo del periplo por Europa: una empresa española de gaming se instalará en la Argentina y comprometió una inversión de 8 millones de euros que generará 500 empleos indirectos; y Stellantis, uno de los principales fabricantes de autos en el mundo, confirmó un importante plan de crecimiento en el país con nuevas inversiones.