Eimi Haga entregó a su profesor de historia ninja la tarea que había solicitado. Pero era simplemente un papel en blanco que, al menos a simple vista, no tenía nada escrito. Sin embargo, se sacó un sobresaliente. ¿Qué pasó?
La joven estudiante japonesa aplicó su creatividad y agudeza mental para realizar el trabajo. La hoja estaba en blanco, pero en realidad era porque estaba escrito con tinta invisible.
La adolescente de 19 años utilizó una técnica ninja llamada «aburidashi», indica la BBC. La misma permite escribir con una tinta que se hace visible cuando se le aplica calor.
Para llegar a su objetivo, estuvo horas remojando, triturando y exprimiendo frijoles de soja, que se emplean para crear esa tinta. Cuando ya tenía el texto en mente, dibujó las letras sobre un «washi» (un papel tradicional japonés), con ayuda de un pincel fino. Una vez que las palabras se secaron, se volvieron invisibles.
Pero para asegurarse de que su profesor no tiraba el ensayo a la papelera, le dejó una nota, con tinta visible, dándole la pista que necesitaba: «calienta el papel».
Las letras comenzaron a «aparecer» cuando el profesor de Eimi les aplicó calor con una estufa a gas.
Es por ello, y por el contenido del trabajo, que la joven obtuvo una nota alta en su trabajo.