Para el ejército, esos grupos son responsables de múltiples homicidios y desplazamientos masivos en la región
Al menos diez disidentes de la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) murieron en enfrentamientos con militares en el suroeste colombiano, informó este viernes el Ejército.
El general Jonh Jairo Rojas dijo que pelotones de soldados mantuvieron «intensos combates» con los alzados en armas en el Cañón del Micay, ubicado en el departamento suroccidental del Cauca.
El uniformado aseguró, en un video compartido a los medios, que hubo «más de 10 muertos» del frente disidente Carlos Patiño, según señaló la agencia de noticias AFP.
Rojas, comandante de la Tercera Brigada, agregó que en los combates también participaron miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), aunque no informó bajas de esa guerrilla.
En esa región, cercana al municipio caucano de López, guerrilleros de ambos grupos se disputan las rentas del narcotráfico a sangre y fuego debido a su cercanía con la costa del Pacífico.
Los exFARC que no dejaron las armas y los miembros del ELN «continúan con la pelea de esos corredores de movilidad que conducen hacia el Pacífico (…) lo utilizan para sacar clorhidrato de cocaína hacia el exterior», añadió Rojas.
Pese a que el grueso de las FARC se desarmó tras el proceso de paz de 2016 -alrededor de 13.000 hombres y mujeres-, algunos cientos siguieron operando en regiones apartadas del país.
La fundación independiente Indepaz calcula que las disidencias cuentan con unos 5.200 combatientes, la mayoría (85%) nuevos reclutas.
Sin un mando unificado, esas estructuras mantienen vivo el conflicto armado de más de seis décadas en zonas que no fueron ocupadas por el Estado tras el histórico pacto.
El ministro de Defensa, Diego Molano, estima que los principales cabecillas pretenden ampliar sus filas a 8.000 integrantes mediante el reclutamiento forzado.
El ELN, última guerrilla reconocida del país, tiene unos 2.450 combatientes, según ese mismo instituto.
Para el ejército, esos grupos son responsables de múltiples homicidios y desplazamientos masivos en la región.
En el país más productor de cocaína del mundo, el Cauca es uno de los departamentos con más hectáreas (16.544) de hoja de coca sembradas, según la ONU.