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Una cuarentena exitosa, pero que pesa y pide paso a otras medidas


Se necesitan más testeos, campañas y controles de distanciamiento en los que los estados provinciales y municipales no pueden estar ausentes

Sin lugar a dudas, hay que enfatizarlo: la decisión precoz de establecer una cuarentena apenas se vislumbraron los efectos de la pandemia del Covid-19 en el mundo fue un acierto del presidente Alberto Fernández. Pero la pregunta que comienzan a formularse muchos sectores de la sociedad es: ¿si no hay vacuna en los próximos meses, habrá cuarentena hasta tanto la halla? Y esto, en razón de que la ciencia advierte que no habrá éxito absoluto contra el coronavirus sin vacuna o, eventualmente, sin medicamentos exitoso. Y aun cuando es cierto que no hay mayor angustia que la pérdida de la salud o la vida, como dijo el presidente, no es menos cierto que no se pueden dejar de considerar otros factores que angustian y que también son causantes de patologías y males tan peligrosos como el coronavirus: el encierro y las restricciones más allá de lo necesario.

Pero… ¿se podría flexibilizar más la cuarentena como lo están haciendo otros países? En este sentido cabe decir que muchos médicos y especialistas sostienen que con un aislamiento no se extermina el virus, y tal medida en sí misma solo permite mitigar los efectos e impedir que colapse el sistema de salud. Hay acciones tan o más importantes como la cuarentena, aseguran, que en nuestro país no se concretan como sería de desear o como requieren las circunstancias. Por otra parte, deberían existir comportamientos sociales responsables, tanto como los controles del Estado para hacerlos cumplir.

Entre las acciones significativas que no se están desarrollando en la medida de lo necesario, figuran los testeos. No hace mucho, la Organización Mundial de la Salud señaló que Argentina es uno de los países del mundo que menos testeos hace. Las estadísticas ponen a nuestro país por debajo de Chile, de Perú, de Brasil en materia de testeos y ni que hablar si se las compara con países del primer mundo.

Hasta hace unos días atrás la información daba cuenta de que Chile realizaba poco más de 17 testeos por cada mil habitantes y Argentina apenas si arañaba los 3 testeos por cada mil. Por supuesto, cuando se revisan las estadísticas de otros países, como Dinamarca, por ejemplo, se advierte que la nación europea está en casi 60 testeos por cada mil habitantes. Como se ve, una medida determinante para atacar al coronavirus es harto insuficiente en nuestro país.

La escasa responsabilidad, además, de una parte de la sociedad, en cuanto a la necesidad de respetar las pautas establecidas por el gobierno en cuestión de distanciamiento social, uso de barbijo y respeto por los protocolos de bioseguridad, pueden comprometer seriamente no solo la ansiada y en algunos casos necesaria flexibilización de la cuarentena, sino incluso los buenos resultados obtenidos hasta ahora. Sí, los buenos resultados que no se pueden negar; están a la vista.

Es indiscutible el hecho de que en varias ciudades del país, como Buenos Aires o Rosario, no se respeta el indispensable y determinante distanciamiento social; tampoco en muchos casos se hace uso de la mascarilla o se usa mal, y es bastante notorio que ni hay controles en la vía pública, ni existen campañas de educación en ese sentido. Y esto no es responsabilidad del gobierno nacional, deberían ser las autoridades provinciales y sobre todo municipales las que debieran implementar controles y campañas. Alguien dijo, y con mucha razón, “en la ciudad de Rosario se debería hacer confluir el control con una campaña de concientización. Advertencia sobre conductas a respetar: distancia, uso de barbijo, práctica de los protocolos. Terminada la campaña, multa a quien pone en riesgo la salud del prójimo”. ¿Es acaso demasiado?

La aglomeración y la indiferencia por cumplir con acciones necesarias son causas de contagios: Perú es el ejemplo. Este país puso en práctica, también muy a tiempo, una cuarentena estricta. Es uno de los países latinoamericanos que más testeos ha realizado (700.000 de Perú contra poco más de 110.000 de Argentina, según datos de hace 5 días atrás) y sin embargo tiene una importante cantidad de contagios y de muertes: más de 3.000 fallecidos. ¿Por qué? Los expertos sostienen que es por la aglomeración de personas cuando salen: «Los peruanos que tenían que salir a trabajar (tanto de sectores formales como informales) fueron a estaciones de transporte, o los peruanos que salieron a hacer compras (o a vender) han ido a mercados muy aglomerados donde no se ha respetado en absoluto la distancia social». Sin dudas, más flexibilización de esta cuarentena, que pesa, demanda la presencia de otras medidas, testeos, campañas y controles de distanciamiento en los que los estados provinciales no pueden estar ausentes.