El amenecer de Rosario, entre la quema de pastizales en las islas y la neblina de la época, a través de la lente de Juan José García
Las imágenes no están borrosas. No se ven mal. Es la combinación de humo y niebla lo que empaña el paisaje. Una vez más. Rosario amaneció soleada este jueves, pero más allá de la niebla natural, el humo de la quema de pastizales en las islas invade nuevamente la ciudad dejando un paisaje borroso. Gris.
Desde hace varios días los rosarinos pueden sentir el humo en la calle, por las ventanas de su casa. Una historia que se repite. Esta mañana, la combinación con la niebla hace que el efecto se ve aún más.