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Una artista de Santa Fe fue parte del programa de arte, ciencia y tecnología Presente Continuo


Presente Continuo es un programa federal de formación interdisciplinaria, con una duración de dos años, para la producción de obras

Durante todo 2024, la artista santafesina Lucía Stubrin fue parte de un programa de formación interdisciplinaria, en el que tuvo clases y talleres con destacados artistas internacionales; trabajó junto a otros artistas, científicos y tecnólogos del país durante todo el año, y crearon prototipos para una exposición en Buenos Aires. En 2025 podrán realizar residencias en universidades de la región dedicadas a estas disciplinas. 

Lucía Stubrin integró el equipo de trabajo que ideó el proyecto Argentoratum. Su recorrido profesional está atravesado por la investigación, la curaduría y la docencia universitaria que la ha llevado a estudiar y trabajar en distintos países de América Latina y Europa. Su formación como Comunicadora Social orientó sus estudios hacia la investigación interdisciplinaria que supone el cruce arte-ciencia-tecnología en géneros contemporáneos como las instalaciones (tesis de grado), y luego el bioarte (tesis de doctorado). Asimismo, becas nacionales e internacionales le han permitido establecer redes de trabajo colaborativos que se plasman en el Grupo de Estudio Biosemiótica, Arte y Técnica que dirige en la Universidad Nacional de Entre Ríos. 

Presente Continuo cerró su segundo año con una exposición de cinco obras, en Planta Inclán

Participaron 25 artistas, pensadores, curadores, investigadores de las ciencias exactas, sociales y humanidades, científicos y tecnólogos. 

Realizaron una presentación de cinco obras/prototipos sobre los proyectos en los que trabajaron en grupo durante el año. 

Los integrantes pertenecen a Misiones, Tucumán, Córdoba, Santa Fe, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Buenos Aires y CABA. 

Presente Continuo es un programa federal de formación interdisciplinaria, con una duración de dos años, para la producción de obras, ideas, descripciones y narrativas, y está destinado a artistas, pensadores, curadores, investigadores de las ciencias exactas, sociales y humanidades, científicos y tecnólogos de todo el país. 

Está organizado por Fundación Bunge y Born y Fundación Williams, y cuenta además con la colaboración de Fundación Andreani y el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA). 

En el primer año, los participantes integran un espacio de formación y producción con referentes en la vanguardia global, con quienes analizan y discuten el futuro del arte y el devenir de la humanidad en un mundo atravesado por la tecnología y su impacto en distintas problemáticas. En 2024, lo hicieron con Marcela Armas (México), Oscar Santillán (Ecuador, Países Bajos) y Mónica Bello (España, Suiza).  

En simultáneo, durante siete meses, trabajaron en el diseño y prototipado de obras, para los que el programa dispuso de un total de 20 millones de pesos en incentivos a la producción y la realización de los proyectos. Se conformaron grupos que abordaron, en forma interdisciplinaria, el uso e impacto de nuevas tecnologías como Inteligencia Artificial, la cibernética, perspectivas no-humanas, entre otras.

«Los participantes se conectan con pares de todo el país, intercambian los saberes de distintas disciplinas, se abre la posibilidad de hacer residencias en el exterior, y se generan así proyectos de obras de por sí innovadoras y estimulantes”, explica Martín Oliver, Director Ejecutivo de Fundación Williams.

En tanto, el Director de Cultura y Ciencia de la Fundación Bunge y Born, Ivan Petrella,  sostiene: “Invitamos a referentes internacionales que trabajan en los cruces entre arte, ciencia y tecnología para que con los artistas, científicos y tecnólogos locales podamos pensar y producir en conjunto respuestas posibles a los interrogantes del momento”.

Entre el viernes 29 de noviembre y el domingo 1° de diciembre, los obras estuvieron expuestas en Planta Inclan (Inclan  2661, Parque Patricios, CABA), formaron parte de un circuito con otros espacios culturales del barrio como Hito, CheLA y Casa Belgrado. 

Argentoratum: 

Una obra creada a partir de la experiencia que vivió el grupo en la navegación del río más contaminado de Argentina (Matanza-Riachuelo), durante la visita de la artista mexicana Marcela Armas. 

El producto final es una escultura en madera de gran tamaño (180 cm x 60 cm, con una profundidad irregular de hasta 120 cm), modelada a partir de la fotogrametría de las imágenes tomadas durante el recorrido, con las que construyeron modelos 3D de la geografía costera. 

El universo sonoro se compone de ruidos digitales entrelazados con elementos grabados en el recorrido, para crear un ambiente que evoca desolación y saturación tecnológica. El objetivo fue encontrar belleza en este paisaje, no para romantizar la ruina ecológica sino para aumentar la sensibilidad frente al problema.