A fines de septiembre, el local bajó las persianas y muchos clientes no pudieron realizar sus viajes, que estaban pagos. "Nada hacía suponer que todo terminaría así", sostuvo Patricia, una de las damnificadas, a CLG
Por Gonzalo Santamaría
Un grupo de pasajeros denunció por estafa a una agencia de viajes ubicada en la zona sur de la ciudad. Las víctimas son alrededor de cien. Todas compraron un viaje que nunca se realizó. La dueña del comercio vendió el salón y ahora en el lugar funciona otra agencia que no tiene nada que ver con la anterior.
Todo comenzó cuando Patricia y su grupo de amigas decidieron tomarse unas merecidas vacaciones. El destino elegido fue las Cataratas del Iguazú. En noviembre del 2018 comenzaron con la organización, contrataron el viaje con la agencia y en marzo empezaron a pagar, con fecha de salida para el 3 de noviembre.
Los viajes anteriores no hacían suponer el terrible desenlace de la gestión. Y un mes antes de partir arrancaron los problemas. El local ubicado en San Martín 5500 en la zona sur cerró sus puertas dejando a todo el contingente con la incertidumbre del caso.
CLG dialogó con Patricia, quien contó cómo fue la relación con la dueña de la agencia. “Nosotras teníamos que viajar. Hace quince días que el local cambió de nombre y se encuentra vacío”, relató. Junto a su grupo de amigas, canceló la totalidad del viaje para septiembre y desde entonces, no han vuelto a ver a esta persona.
La víctima marcó la importante trayectoria de la agencia y reconoció haber viajado a otros destinos, pero luego del desenlace comenzaron las averiguaciones y encontraron a otros pasajeros estafados. Según la pareja de la mujer, la presunta estafadora viajó a Chile, de donde es oriunda, y vendió el negocio. “Le perdimos el rastro”, advirtió.
“La señora siempre fue muy amable, teníamos la posibilidad de contratar el viaje a un año y de pagarlo en cuotas, todo estaba okay”, confesó Patricia. Al mismo tiempo, la mujer expuso la realidad de los otros perjudicados, quienes no pudieron viajar el fin de semana largo a Córdoba o personas que estaban abonando sus vacaciones de verano a Brasil.
Además, Patricia contó que los nuevos dueños tuvieron el local abierto dos días pero, ante la gran cantidad de reclamos y denuncias, decidieron cerrarlo. “Ellos no tienen nada que ver”, soltó la mujer.
Son cerca de cien las personas afectadas y todas centralizan en una idea: “Nos quedamos completamente anonadados. Nos llevamos una gran desilusión. Un chico había pagado 60.000 pesos para su luna de miel en febrero”.
Las recomendaciones, el buen precio y la buena relación que entabló la dueña con los clientes fueron las razones que llevaron a este grupo a volver a apostar por la agencia. “Los viajes que hicimos a La Rioja y Chile fueron excelentes, nada hacía suponer que todo terminaría así”, dijo resignada. Más allá de los precios, Patricia rescató lo positivo de la forma de pagos “mes a mes”, sin exigencia de un monto total o tarjetas de crédito.
Con la denuncia realizada en la Comisaría 15ª, lo único que le queda a Patricia es pura resignación: “El obrero tiene la ilusión de vacacionar y eso es algo muy grande. Por lo visto a ella no le interesó nada”, concluyó.
Tras la denuncia policial, el grupo de damnificados visitará la Oficina Municipal del Consumidor, en busca de una respuesta gubernamental.