El paciente recibió un trasplante de células madre, lleva 30 meses sin tratamiento antirretroviral y sin signos detectables del virus
El conocido como «paciente de Londres», uno de los tres casos de personas con VIH que tras recibir un trasplante de médula ósea permanecen con remisión del virus, fue declarado como «curado», según concluyó un estudio publicado este martes en la revista The Lancet. Se trata de la segunda persona en el mundo en que se logró este avance. Se esperan los resultados de los otros dos pacientes.
«El paciente, de origen venezolano, ha estado en remisión del VIH-1 durante 30 meses sin virus detectables con replicación competente en sangre, LCR, tejido intestinal o tejido linfoide. El quimerismo (mutación genética) del donante se ha mantenido al 99% en las células T periféricas. Proponemos que estos hallazgos representan la cura del VIH-1», concluyó el estudio.
Se trata del caso conocido como «el paciente de Londres» que había recibido un trasplante alogénico de células madre con células que no expresaban CCR5, una proteína que actúa como receptor del virus de VIH y cuya ausencia sería el motivo de la cura.
El hombre se llama Adam Castillejo, un venezolano de 40 años que reside en Londres, quien decidió revelar su identidad y su caso fue publicado el lunes en The New York Times.
La remisión del virus se informó 18 meses después de la interrupción del tratamiento antiretroviral, y el estudio presentado en The Lancet lo que hizo fue confirmar que el paciente sigue en remisión después de 30 meses.
En su paso por Argentina en 2019, el investigador norteamericano Mario Stevenson indicó que existe otro caso, el conocido en la comunidad científica como «el paciente de Dusseldorf (Alemania)», quien también recibió un trasplante de médula y se encuentra con el virus en remisión.
«Los tres casos fueron después de un trasplante de médula ósea. Pero estos casos no pueden servir como modelo porque esta forma sólo se puede usar con personas que además de VIH tienen leucemia, por los riesgos de trasplante de médula, porque es muy caro y además hay que tener compatibilidad genética con el donante», sostuvo el especialista.