El niño de 11 años fue asesinado la madrugada del 5 de marzo pasado en calle Cabal al 1300 del asentamiento "Los Pumitas" del barrio Empalme Graneros.
Un taxista condenado como partícipe necesario del homicidio de una adolescente fue imputado este viernes en Rosario por encubrimiento agravado en la causa que investiga el asesinato del niño de 11 años Máximo Jeréz, baleado en marzo durante un ataque narco, por el que ya hay otras seis personas acusadas.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) informó hoy que el fiscal a cargo de la investigación, Adrián Spelta, acusó al taxista Gustavo Marcelo Borda (51) de ordenarle a su mujer y sus hijos guardar en su vivienda el vehículo utilizado en el crimen del menor.
Borda fue imputado por los delitos de encubrimiento agravado por el delito precedente, el asesinato de «Maxi», y el juez de la audiencia, Hernán Postma, le dictó prisión preventiva por el plazo de dos años.
El conductor de taxis está preso en la Unidad Penitenciaria 11 de la localidad de Piñero, donde cumple una pena de 6 años de prisión tras ser condenado como partícipe necesario del homicidio de Ticiana Espósito, una chica de 14 años asesinada en septiembre de 2020, recordaron voceros judiciales.
Según explicó hoy Spelta, Borda le ordenó desde la cárcel a su pareja, Alejandra Rodríguez, y a sus hijos Esteban Marengo y Gustavo Borda, ocultar el Honda Civic utilizado en el crimen de Maximiliano Jeréz.
El niño de 11 años fue asesinado la madrugada del 5 de marzo pasado en calle Cabal al 1300 del asentamiento «Los Pumitas» del barrio Empalme Graneros.
La investigación del crimen determinó que cuatro personas que se movían en el Honda Civic dispararon contra una vivienda de familiares de Cristian «Salteño» Villazón, sindicado como «transero» de drogas en el barrio y preso en una causa por homicidio.
Como resultado de la balacera murió Maximiliano Jeréz y resultaron heridos tres primos suyos que festejaban un cumpleaños en la calle.
Por el crimen ya fueron imputados como autores materiales los hermanos Maximiliano y Nicolás Castillo, y luego otro joven identificado como Nicolás Torres.
Para el fiscal Spelta, los sicarios pertenecían a una banda narco que opera en el mismo barrio, orientada por otro preso, Alexis Ibáñez, alias «Araña», enfrentado al grupo conocido como «Los Salteños», y tenían por objetivo atacar un búnker de esa organización criminal.
En la misma audiencia habían sido acusados por encubrimiento la pareja del taxista Borda y los hijos.
Ahora, el fiscal Spelta imputó formalmente por encubrimiento a Borda por «haber ordenado ocultar del actuar de la justicia, a sabiendas de su procedencia ilícita y en su domicilio de calle Campodónico al 3200 de Rosario, el automóvil marca Honda modelo Civic» empleado en la balacera, que tenía pedido de captura por robo.