Ninguno de los dos equipos superó al otro: los tres puntos hubiesen significado mucho premio y quedarse sin nada, mucho castigo
Ninguno de los dos equipos superó al otro: los tres puntos hubiesen significado mucho premio y quedarse sin nada, mucho castigo
Por Enrique Genovar
¿Fue justo el empate? ¿Cómo jugó el equipo de Diego Cocca? ¿Mejoró con respecto a lo que había mostrado contra Independiente? Estas son algunas de las preguntas que surgen luego de una nueva presentación de Central en la Superliga.
Lo primero que hay para escribir es que lo cosechado en cancha de Banfield es justo. Es que ninguno de los dos equipos superó al otro y por lo tanto los tres puntos hubiesen significado mucho premio y quedarse sin nada hubiera sido mucho castigo para cualquiera.
El equipo de Diego Cocca mostró estar ordenado en casi todo el partido. La vuelta de Novaretti a la última línea y la presencia de Brítez como lateral izquierdo hizo que la defensa luciera mucho más segura. Más allá de una desatención en un lateral y yerros individuales en el gol del Taladro, el sistema defensivo anduvo.
Pero el problema estuvo nuevamente cuando el equipo se hacía de la pelota. Los encargados de generar juego volvieron a fracasar, salvo Rius. Zabala volvió a sentirse incómodo por la izquierda y Ojeda no le dio buen destino al balón a la hora de alimentar a los de arriba. Los delanteros tuvieron un partido discreto pero más allá de eso demostraron que pueden jugar juntos. Ribas le metió muchas ganas a todo lo que hizo y Ruben estuvo más metido en el hecho de que no le llegaba la pelota que en otra cosa.
No hay dudas de que el equipo evolucionó con respecto a Independiente. Claro está que no necesitaba mucho, porque ante el Rojo fue muy malo el rendimiento. Pero en cancha de Banfield hubo un crecimiento, un avance en una idea que si bien falta aceitarla ante el Taladro volvió a ser un equipo serio que primero busca la solidez para luego ir en busca del arco rival.
Por último, el hecho de la reacción que tuvo tras el gol que sufrió es también para destacar. Se vio un equipo que a pesar de que no quedaba mucho tiempo no bajó los brazos y fue por lo que consideraba que debía traerse de su excursión: el punto. Esta reacción, positiva por cierto, no se había visto en el juego pasado.
Ahora Cocca deberá trabajar en darle juego al equipo. Deberá revisar el partido que hicieron Zabala y Ojeda y elegir con qué volantes ofensivos tratará de alimentar a los grandotes de arriba.
Un buen punto cosechó el Canalla. Una unidad que por cómo se dio el partido arroja una sonrisa y que si logra volver a sumar de a tres ante el Lobo la misma terminará valiendo mucho más.