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De distribuidor a importador

Un pueblo de Francia denuncia a Nestlé por la falta de agua


Vittel es conocida por tener una de las fuentes de aguas termales y minerales más famosas del mundo, está ubicada al este de Francia y ahora desafía u Nestlé en lo que es una verdadera guerra por el agua.

Una localidad de 5.000 habitantes cerca a la cordillera de los Vosgos se está quedando sin agua y corre el riesgo de secarse.

Según la Oficina Geológica de Francia, el manto freático de la comuna ha disminuido en diez metros en las últimas cuatro décadas y, desde 1990, ha caído 30 centímetros por año.

Los habitantes de esta comuna y para organizaciones ambientalistas, la causa está asociada a una marca. En concreto, a la mayor compañía de alimentación del mundo: Nestlé.

La empresa, sin embargo, niega ser responsable de la situación y anunció medidas para garantizar la sostenibilidad del agua en la zona.

LA LUCHA VS NESTLÉ

La empresa líder en el sector de alimentación y bebidas, según la revista Forbes tiene productos desde café hasta salsas y el agua embotellada es representativa de la multinacional suiza

Ganancia por US$ 88.000 millones en 2017 comunicó Nestlé y manifiesta que el 9% de sus ingresos corresponden a la venta de agua.

Nestlé Waters, es propietaria desde 1992 de la marca Vittel que se comercializa en varios países del mundo. Y como tal, controla la mayor parte de la extracción de agua de este pueblo francés, gracias a una licencia del gobierno galo para extraer un millón de metros cúbicos por año de sus pozos.

La empresa controla además unas 10.000 hectáreas de terrenos de la región del Vosgo, donde se encuentra el pueblo, que pone a libre disposición de los agricultores interesados con la condición de que no utilicen pesticidas en sus cultivos. Esto, según afirma la propia compañía en su página web, garantiza la calidad del agua debajo de los suelos.

Aunque Nestlé tiene defensores ya que afirman que generó empleos, crecimiento y puso en el mapa al pequeño pueblo. Antes de la llegada de la compañía el agua se envasaba en forma natural y sobrevivía de la agricultura, el turismo y los quesos de propia producción.

Pero según la asociación de consumidores 60 Millions de Consommateurs y la ONG Vosges Nature Environnement, su llegada también representó el inicio de la crisis acuífera que ahora vive Vittel.

Estos grupos aseguran que la disminución en el manto freático de la comuna se debe a la «sobreexplotación» de recursos hídricos que implican las plantas de Nestlé . Según sus argumentos, no solo está en riesgo el consumo humano: también los niveles de ríos y lagos y las especies que se pueden ver también potencialmente afectadas por la falta de agua.

La empresa suiza niega ser responsable de esta situación y, ante las críticas que comenzaron a aparecer hace más de un año en la prensa francesa, anunció que tomaría una serie de medidas.

«Donde quiera que embotellamos agua, realizamos estudios de recursos hídricos y supervisamos constantemente nuestras extracciones para asegurarnos de que no afectemos negativamente las cuencas y acuíferos locales», señaló Nestlé.

«Estamos totalmente comprometidos con la administración del agua y el derecho humano al agua».

Ahora, en su página web, la multinacional suiza asegura que ha reducido en un 25% sus niveles de extracción «para ayudar a garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los recursos hídricos en el área». Pero para muchos, las medidas no han sido suficiente. O han llegado demasiado tarde.

LA SOLUCIÓN LOCAL ANTE LA FALTA DE AGUA

Ante la crisis inminente del agua, las autoridades de Vittel se debaten entre posibles alternativas, aunque la posibilidad de que la compañía salga del pueblo no ha sido puesta sobre la mesa.

Por lo pronto, la comisión regional ha previsto como solución traer agua al pueblo por tuberías desde otra comuna a 15 kilómetros de distancia. El proyecto tendrá un costo aproximado de US$56 millones y Nestlé, por su parte, se ha comprometido a una contribución financiera para garantizar que los costos del agua no aumenten para los habitantes.

Así pues, el pueblo que antes distribuía su agua por el mundo ahora necesitará importarla.