El agente de 39 años le dijo al privado de libertad que si no le daba 15 mil pesos la iba a "pasar mal" y ahora deberá abonarle $45.000
Un policía le exigió $15.000 a un detenido y le sustrajo su teléfono celular. Se trata de Abel Leandro Cena, de 39 años, que fue condenado a tres años de prisión de cumplimiento condicional; admitió su responsabilidad penal en los ilícitos. El agente quedó inhabilitado de por vida para trabajar en las fuerzas de seguridad pública y deberá entregarle 45 mil pesos a la víctima en concepto de reparación económica.
Ezequiel Hernández es el fiscal a cargo de la investigación, quien indicó que “la resolución del juez también establece una serie de normas de conducta, entre ellas, la prohibición de acercamiento y de contacto de Cena con la víctima y con su hermano”.
“Los ilícitos que investigamos fueron cometidos en horas del mediodía del domingo 19 de septiembre del año pasado”, sostuvo el fiscal. “El condenado cumplía funciones en la subcomisaría 17 de la ciudad de Santa Fe, dependencia en la que estaba detenido el hombre que fue víctima”, agregó el funcionario.
Hernández explicó que Cena le exigió al detenido el pago de 15 mil pesos. “Le dijo: ‘Si no me das la plata, la vas a pasar mal y lejos de tu familia’”, reprodujo el fiscal en la audiencia. “Además, le sustrajo el teléfono celular”, puntualizó.
El fiscal relató que “ante el miedo y la desesperación que le generó esta situación, el hombre privado de su libertad accedió a solicitar el dinero a su hermano”. En tal sentido, Hernández detalló que “el hermano del detenido fue a la dependencia policial y le entregó el dinero en un sobre a Cena”.
“Finalmente, unas horas después de haber recibido ilegalmente el dinero, el policía se apoderó del teléfono celular del hombre detenido”, cerró el fiscal.
Las evidencias
“La investigación se inició a raíz de que, luego de que recuperó su libertad, la propia víctima se presentó en la subcomisaría número 17 para dejar constancia de que le habían exigido indebidamente el pago de 15 mil pesos y de que no le habían devuelto el teléfono celular que le secuestraron al momento de aprehenderlo”, informó Hernández.
Asimismo, resaltó que “se labraron las actas correspondientes y comenzamos a investigar lo ocurrido”. En tal sentido, enumeró que “se analizaron el libro de guardia de la dependencia policial y el legajo penal en el marco del cual fue detenida la víctima; se tomaron entrevistas a testigos; se analizó el celular del denunciante; se solicitaron informes acerca de la titularidad de la línea telefónica y del registro de llamadas, entre otras medidas”.
“Las diligencias que ordenamos nos permitieron recabar evidencia en función de las cuales pudimos llegar a la condena”, destacó el fiscal. Y concluyó que “la víctima brindó su conformidad con lo resuelto”.