Mascotas

Un perro vuelve a sonreír luego de reencontrarse con su dueño tras estar perdido tres años


Cuando el personal del refugio donde estaba había agotado sus últimas fuerzas para ganarse la confianza del perrito, no tuvieron mejor idea que publicar en su página de Facebook. Lo que produjo algo inesperado

No caben dudas que el amor de un perro puede durar años y es uno de los más fieles. Ellos no se olvidan de quienes lo criaron aunque pasen varios años sin verlo y muchos dejan de ser los mismos si se alejan de sus dueños. Como el caso de Roscoe, un perro que cayó en un refugio de Washington.

Durante más de seis meses, todo el personal y los voluntarios trataban de que el can se adapte y muestre su verdadera personalidad, que se intuía como dócil y juguetón. «Nunca sonreía, ni movía su cola para nada, no importaba cuántas golosinas le dieran, su estado de ánimo se mantenía igual. Todo el tiempo fue muy tímido, muy reservado, era como si hubiese perdido su personalidad. No se comportaba como un perro», explicó Tammy, la directora del centro que acogió al perro.

Roscoe se ganó el título del perro más triste del refugio, antes de ello vivió en la calle a la merced de la amabilidad de los vecinos, pero algunas personas estaban molestas con el animal y llamaron al refugio para que se hiciera cargo.

«No quería que lo consoláramos, ni que lo tocáramos. No hubo emoción ni entusiasmo de su parte”, agregó Tammy.

Cuando el personal había agotado sus últimas fuerzas para ganarse la confianza del perrito, no tuvieron mejor idea que publicar en su página de Facebook. Lo que produjo algo inesperado.

“A causa de la Covid hemos usado nuestras redes sociales más de lo que las solíamos usar, y pensamos que, aunque no es el perro más extrovertido y puede ser difícil encontrarle un hogar, lo publicaríamos y seríamos honestos”, dijo Tammy.

Pero minutos más tardes llegó un mensaje para sorpresa de todos: «Creo que ese es mi perro y ha estado desaparecido durante tres años», respondió el supuesto dueño del cachorro.

La desconfianza fue tal que el dueño le envió foto y describió al perro a la perfección, por eso lo invitó a ver si Roscoe lo reconocía.

La felicidad invadió al perro y pudo dejar atrás la tristeza que sentía al estar encerrado.