La trágica muerte de Emiliano Sala conmovió a propios y ajenos. El accidente aéreo que le costó la vida generó repercusiones tanto en el ambiente del fútbol como en lo más general. Nadie se sintió lejos de esta realidad. Así, un periodista y fanático del deporte escribió una carta muy emotiva que se viralizó rápidamente para despedirlo.
Nicolás Gómez Sañudo es oriundo de Mar del Plata, pero vive hace ya unos años en España. Toda su vida apreció el fútbol y tuvo la oportunidad de ver jugar a Sala en Nantes. «Me gustaba mucho sus movimientos dentro y fuera del área. Cómo aceleraba en el momento justo para tirar una diagonal y lograr su objetivo final: el grito de gol», aseguró en una entrevista con Infobae.
Las palabras se le dan bien a Nicolás, por lo que decidió despedir a su compatriota a través de algunas líneas que luego publicó y fueron leídas y tomadas como propias por miles de personas. El texto:
Comenzó de abajo, con humildad y trabajo. Desde las canchas de San Martín de Progreso hasta tutearse con los goles en primera división del Nantes. Emiliano Sala, un Argentino de Santa Fe que nunca olvidó sus raíces, que cruzó el charco de muy joven en busca de sus sueños, algo que no todos pueden conseguir y ni siquiera tienen el atrevimiento de intentarlo. Bueno…Emi lo consiguió.
Quisiera escribir esta carta con puntos suspensivos y no con el punto final de los finales. Nos duele el alma por un destino trágico, inconcebible e infausto.
La vida es una sola y cuando quiere es ilógica e injusta. El tiempo se nos escapa como arena entre las manos, las oportunidades se aprovechan o se dejan pasar, pero a veces uno tiene que arriesgar.
Para algunos el destino está escrito mientras que para otros existen destinos turbios e injustos. Seguramente abundarán los interrogantes y escasearan las respuestas. Te preguntarás a dónde irás, en dónde estarás, a quien regatearas entre las nubes, a quienes observarás en el picado con una vista privilegiada, en qué ángulo superior del cielo clavarás más goles.
Festejarás con puño apretado, pispeando a los que te rezamos y admiramos desde abajo. Desde la tierra al cielo un suspiro, un guiño, gargantas desgarrando su pasión por gritar tus goles con el corazón, ojos húmedos rememorando gratos momentos y un eco resonará donde un ángel argentino seguirá inflando redes adversarias….seguirá convirtiendo en las redes del cielo.