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Un océano de plástico invade un suburbio de Nueva Delhi


Lo que antes fue un canal ahora es una inmensa lengua de residuos plásticos. Un panorama dantesco al que tienen que enfrentarse a diario los habitantes de Taimur Nagar, en las afueras de Nueva Delhi, una de las ciudades más contaminadas del mundo. 

Las bolsas de plástico, los envoltorios de alimentos y otros restos llegan a Taimur Nagar a través de un conducto de aguas residuales. 

Perros vagabundos, gallinas, cabras e incluso vacas buscan comida entre esta masa de plástico, donde los niños intentan también encontrar balones de fútbol o botellas de plástico. 

India es este año el país anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra este martes, con el tema «Sin contaminación por plásticos». Todo un programa para los vecinos de Taimur Nagar. 

«Pueden ver qué malas son las condiciones de aquí. Nos ahogamos en el plástico», dice Bhola Ram. 

Taimur Nagar no es ni mucho menos un caso aislado en Nueva Delhi ni en otras ciudades indias, invadidas por los residuos, especialmente plásticos. 

Para el Día Mundial del Medio Ambiente, India prevé la limpieza de las playas, una exposición sobre tecnologías verdes, instalaciones artísticas… Una multitud de actos para mostrar su concientización sobre el problema y su desarrollo económico. 

Un ingeniero, Rajagopalan Vasudevan, ha creado incluso un proceso para triturar el plástico y utilizarlo en la construcción de carreteras. 

Viendo la situación en Taimur Nagar se entiende la envergadura del problema. 

 

– «Vivir en el infierno» -. 

 

India genera 5,6 millones de toneladas de residuos plásticos al año, según cifras gubernamentales. 

Delhi prohibió en 2009 las bolsas de plástico y luego extendió la medida a los envoltorios plásticos y otros objetos de uso único hechos con este material. 

Pero la prohibición no se aplica y la bolsa de plástico sigue siendo el recipiente más utilizado para transportar frutas y verduras, carne y la comida para llevar. 

Los vecinos de Taimur Nagar están acostumbrados a este entorno y parecen resignados a ello. 

«Es como vivir en un infierno», dice Shreepal Singh. «Somos pobres y no nos queda otra que vivir y morir aquí». 

La vida en este barrio no ha sido sin embargo siempre así. 

«Cuando llegué hace 40 años, el agua de la canalización estaba limpia. La zona no estaba tan sucia. Pero todo empeoró a medida que la población aumentaba», explica Saroj Sharma, madre de tres hijos. 

En la temporada de lluvias, las casas pueden quedar inundadas por las aguas residuales. 

«Mi nieta no para de estar enferma. Todos los niños faltan días en la escuela porque tienen diarrea o una crisis de paludismo», se lamenta Birambati Devi, mientras no muy lejos unos puercos escarban entre la basura. 

Situado entre dos lujosos barrios residenciales, Taimur Nagar es uno de los agujeros negros de la capital india. Es un reflejo de las desigualdades dentro de este país-continente del sur de Asia, cuyo crecimiento selectivo ha dejado a muchos de lado. 

El primer ministro indio, Narendra Modi, prometió limpiar el país antes del final de su mandato en 2019. 

Pero, según una encuesta reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 14 de las 15 ciudades con peor calidad del aire se hallan en India. 

En esta clasificación, Delhi mejoró un poco su posición, pasando de ser la ciudad más contaminada en 2014 a ocupar el sexto lugar. 

«No creo que la ciudad sea limpia un día», considera Sallu Chowdhary, que lleva una máscara. «Nadie toma en serio el problema, ni siquiera los habitantes que sufren de ello a diario». 

Por Abhaya SRIVASTAVA.