Matteo Salvini, ministro de Interior y dirigente de extrema derecha en Italia, reclamó este martes sanciones duras para los ataques a los árbitros, especialmente contra el delantero del Milan Gonzalo Higuaín, expulsado el domingo por haber protestado airadamente.
En una recepción del presidente de la asociación italiana de árbitros (AIA), Marcello Nicchi, después de la agresión el domingo de un joven árbitro de fútbol amateur, Salvini afirmó: «a partir de hoy, los que cometan faltas lo pagarán, y lo pagarán caro».
Cada año, cerca de 500 árbitros amateurs de fútbol son agredidos en Italia, y en el 75% de los casos los autores de las agresiones son jugadores, entrenadores o miembros del cuerpo técnico de los clubes.
«Como ministro de Interior y padre de un niño que juega a fútbol, haré todo lo posible para la vuelta de la disciplina, de las reglas, del orden, el respeto, la buena educación y las sanciones en los terrenos de juego», prometió el ministro.
Salvini reclamó asimismo un refuerzo de las sanciones en el seno de la Federación de fútbol: «Aunque el riesgo de suspensión es de cinco años en lugar de un mes, puede que algunos episodios sean más escasos.
Y el buen ejemplo debe «llegar desde arriba», añadió este seguidor del Milan, quien estuvo el domingo en San Siro para presenciar la victoria de la Juventus 2-0 contra su equipo, y en el que Higuaín fue expulsado por protestar ante el árbitro.
«Como aficionado del Milan, me avergüenzo de ese comportamiento indigno. Espero que haya una larga, larga suspensión», aseguró.