El carismático y prometedor dirigente de un partido de la oposición a la junta en el poder en Tailandia, que sobresalió en las legislativas del mes pasado, fue acusado el sábado de sedición, una decisión que llevó a cientos de sus seguidores a manifestarse.
El joven millonario Thanathorn Juangroongruangkit fundó y dirige el partido Futuro Nuevo, una formación centrada en la juventud que obtuvo más de seis millones de votos en los comicios del 24 de marzo, las primeras elecciones parlamentarias tras el golpe de Estado de 2014, con el objetivo de sacar a los militares del poder.
Thanathorn formó una coalición antijunta con otros seis partidos de la oposición, que reclaman el derecho a formar un gobierno tras estas elecciones, cuyos resultados definitivos serán publicados de aquí al 9 de mayo. Convocado el sábado por la policía por sedición, el líder de Futuro Nuevo denunció acusaciones «políticamente motivadas», basándose en un manifestación contra la junta de 2015.
Cientos de sus seguidores salieron el sábado a la calle, y se manifestaron delante de la comisaría de Pathumwan, en el centro de Bangkok, con camisetas con la cara del dirigente y al grito de «¡Thanathorn, lucha, lucha!». Desde el interior de la comisaría, el propio Thanathorn o miembros de su entorno difundieron en las redes sociales fotos en los que se le ve dejando su huella digital en los documentos de la acusación. Representantes de embajadas extranjeras y de la ONU estabaan presentes.
Dos horas después, salió del edificio y declaró a los periodistas que fue acusado, entre otros cargos, de «incitación al desorden público» y «reunión ilegal de más de 10 personas» en 2015, acusaciones que negó. Se declaró «inocente» y defendió su «buena voluntad», afirmó. Según su abogado, Krisadang Nutcharut, el opositor será juzgado por un tribunal militar y podría ser condenado a hasta siete años de cárcel.
«No estamos de acuerdo porque los civiles no deberían comparecer ante un tribunal militar», estimó el abogado, precisando que Thanathorn podría perder su escaño parlamentario en caso de condena. El joven dirigente político ya fue objeto de una investigación sobre cibercriminalidad por la presunta difusión de falsas informaciones, cuando criticaba la junta en un debate en Facebook Live el año pasado.