Policiales

Un jubilado fue sacado inconsciente de su casa por su abogado y murió en una clínica


Se investiga el confuso episodio en el que murió un hombre de 86 años en Luis Guillón

La Policía investiga la muerte de un hombre de 86 años que fue sacado en circunstancias confusas de su casa de la localidad bonaerense de Luis Guillón por dos hombres, entre ellos un abogado con el que estaba relacionado, y finalmente murió en una clínica de San Justo.

Imágenes de cámaras de seguridad muestran como Claudio Flores era sacado el sábado a la madrugada de su domicilio, situado en Marxer al 1.600, de esa localidad del partido de Esteban Echeverría, por dos hombres que lo tomaron de los hombros y los pies, para introducirlo en un auto.

Familiares y vecinos del hombre, que era viudo y no tenía hijos, se presentaron en la Policía y denunciaron un secuestro, mientras que este domingo por la noche, se notificó que Flores falleció en la Clínica Los Cedros de San Justo, adonde fue ingresado tras sufrir un paro cardíaco.

En el caso tomó intervención la fiscal Verónica Cifarelli, de la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) número 2 de Esteban Echeverría, que depende del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.

La fiscal citó al abogado, de 45 años y domiciliado en el partido de Morón, quien aseguró que Flores, con quien mantenía un vínculo, lo llamó para que lo asista porque se sentía descompuesto y lo llevó a una clínica de Monte Grande con un pre infarto, y desde ese centro asistencial fue trasladado al centro de salud de San Justo, en el que finalmente falleció.

El letrado, según el sitio Infobae, dijo que le había comprado la casa a Flores, pero que le permitía permanecer en la misma a causa de la pandemia.

El abogado señaló que luego del traslado de Flores había dejado a cargo de la vivienda a un cuidador.

Por el momento, la fiscal no había tomado acción alguna en relación al profesional.

No obstante, Mabel González, sobrina de Flores, sostuvo que el abogado «le hizo firmar un poder y le hizo creer que su casa estaba hipotecada».

Las denuncias de familiares y vecinos apuntaban a que el abogado, con la colaboración de una mujer que vive en una casa aledaña, había formado un círculo de confianza sobre Flores con fines deshonestos.

Un vecino aseguró que Flores le tenía miedo «al abogado y a una vecina que llamaba ´la loquita´».

El hombre, en diálogo con en el canal TN, aseguró que a Flores le pedían 3.500 pesos para comprar remedios que en realidad le correspondían sin costo y que sólo le daban 20 mil pesos, de una pensión que en realidad se acercaría a los 70 mil, ya que cobraba dinero de la reparación histórica y de la pensión de su mujer fallecida.