Un informe de la BBC conmueve a buena parte del mundo y, desde luego, a la sociedad argentina: la mitad de los chicos en nuestro país son pobres y tienen hambre. Los testimonios, en algunos casos crudos y desgarradores, marcan el límite del alerta para la dirigencia de un país con grandes riquezas naturales, pero paradójicamente con tremendos bolsones de pobreza.
El informe se apoya en las estadísticas oficiales de 2018 que acaba de revelar el gobierno, donde se muestra la magnitud del problema: el 32% de los argentinos es pobre, un aumento del 6,3% con respecto al año anterior.
Son 2,7 millones de argentinos que cayeron debajo de la línea de pobreza en un solo año. De esos, unos 800.000 viven en la indigencia.
«A mi marido ya nadie lo contrata y a mí no me alcanza la plata para llegar a fin de mes», le contó una mujer a BBC Mundo, y agregó: «Hace mucho tiempo que no puedo comprarle fruta a mi hija. El otro día me dijo: ‘Tengo hambre mamá'».
Para BBC, no hay que ser experto en economía para entender dónde está el problema. Simplemente, para muchísima gente los números no cuadran, ya que ni siquiera dos salarios mínimos alcanzan los $27.570 que se necesitan para no caer en la pobreza.
Devaluación, inflación y recesión
Según detalla el informe, el motivo por el cual a muchos no les alcanzaron sus ingresos para vivir en 2018 fue la vertiginosa inflación del 47% —la más alta en casi tres décadas— que arrasó con los salarios.
Esa subida estuvo directamente atada al fuertísimo aumento del dólar, que el último año duplicó su valor en Argentina. Esto, en medio de un estancamiento de la economía que llevó al cierre de muchas pequeñas y medianas empresas, las principales generadoras de empleo.
Según las cifras oficiales, el desempleo aumentó casi dos puntos en 2018, con un porcentaje del 9,1%, el más alto desde 2005. También aumentó la precariedad laboral.
Si bien es común que un aumento del dólar se vea reflejado en los precios de los productos importados, en Argentina todos los productos acusan el impacto, ya que es el país con mayor traslado a precios de América Latina, según explicaron a BBC Mundo economistas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La leche, tan cara como la nafta
El informe de BBC hace énfasis en el aumento del precio de la leche, y compara su valor con el litro de nafta. Hoy, ambos valen unos $40, equivalente a US$0,90.
A finales de 2015, cuando asumió el actual presidente Mauricio Macri, la leche valía un cuarto de su precio actual en pesos: $10,50 (en ese momento unos US$0,75).
También el queso, la manteca y la carne se han vuelto alimentos fuera del alcance del bolsillo de muchos argentinos de clase media baja.
Bajo este panorama, a las familias se les complica cada vez más para darle de comer a sus hijos, hecho que fue advertido por Unicef: «El 42% de los niños, niñas y adolescentes viven bajo la línea de pobreza (5,5 millones)», señaló en un informe publicado a finales de marzo.
El organismo resaltó que el 48% -casi la mitad de los niños del país- «sufre al menos una privación en sus derechos básicos y fundamentales».
«Argentina enfrenta actualmente una situación económica compleja, tanto desde el punto de vista de los indicadores macroeconómicos como en relación a los indicadores sociales y las condiciones de vida de una parte importante de la población», apuntó.
Panorama complicado
Según resalta el portal de noticias, lo más preocupante es que el panorama para este año está lejos de ser alentador.
En marzo el país volvió a sufrir otra brutal devaluación, con una escalada del dólar que ya aumentó un 13% en el primer trimestre. Para BBC, eso, indefectiblemente, se trasladará a precios, dejando a aún más personas fuera del alcance de bienes básicos.
En abril, además, se anunciaron nuevos aumentos en la tarifa del gas -que ha subido más del 1.000% desde que asumió Macri- del transporte público y del combustible.
El malestar social que generan estos llamados «tarifazos», en medio de la devaluación y la recesión, podría agudizarse a medida que se acerca el 11 de agosto, fecha en la que los argentinos acudirán a las urnas para definir los candidatos para las elecciones presidenciales del 27 de octubre.
«La gente tiene que aguantar, tenemos que tirar todos juntos de este carro, no hay soluciones mágicas», señaló hace pocos días Macri, que atribuye los problemas a las medidas populistas que implementó el kirchnerismo y que hoy se siguen pagando.
Lo cierto es que las personas están preocupadas sobre cómo llevarle un plato de comida a sus hijos o cómo harán para pagar la cuenta de gas a medida que se acerque el invierno y empiece el frío.