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Un hombre formado en Harvard estará al frente de la economía china


En medio del armado del nuevo gabinete chino que cuenta con el aval de la Asamblea Nacional Popular, el pleno legislativo, el presidente Xi Jinping nombró hoy a Liu He, su asesor económico formado en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, como viceprimer ministro a cargo de la economía nacional.

Este nombramiento se une al de Yi Gang, al frente del Banco Central, lo que refuerza la apertura de las finanzas a la inversión del exterior y marca un camino reformista de la segunda economía mundial.

A la vez, la renovación del equipo económico por completo tiene como trasfondo la ralentización del crecimiento chino y de las crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos.

Por otra parte, el nuevo gabinete económico tendrá que analizar los riesgos del sistema financiero y el elevado endeudamiento de las empresas chinas.

El hombre a cargo de la economía del gigante asiático, Liu, tiene 66 años y es oriundo de Beijing y desde hoy, y al menos hasta 2023, compartirá posición de viceprimer ministro con Han Zheng, Sun Chunlan, la única mujer en alta esfera del poder, y Hu Chunhua.

Liu ocupa desde 2013 la oficina de asuntos económicos y financieros del Partido Comunista de China, y desde ese año es uno de los principales asesores de Xi.

Con formación en la estadounidense universidad de Harvard, ya sonaba como estrella emergente desde que en el XIX Congreso del Partido Comunista en octubre pasado fue elegido como parte del Politburó, integrado por los 25 miembros más poderosos del partido.

Uno de los momentos clave fue su intervención en enero pasado en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, un año después de que lo hiciera el propio presidente Xi. De hecho, fue el único vocero en una de las principales sesiones de ese foro que no era un líder nacional.

Además viajó recientemente a Washington para intentar reducir las tensiones comerciales con la administración estadounidense.

Liu también es uno de los principales aliados en la cúpula del gobierno como Wang Qishan, el flamante vicepresidente que era un conocido amigo personal desde la juventud de Xi y el hombre que comandó la poderosa campaña anti corrupción al seno del poder.

Al contrario de lo que se esperaba, Liu no fue elegido para dirigir también el Banco Central chino, aunque como viceprimer ministro de Economía también será responsable de la política monetaria.

Tras más de 15 años en el cargo, el hasta ahora presidente del Banco Central, Zhou Xiaochuan, de 70 años, fue reemplazado por su número dos, Yi Gang, 10 años más joven, lo que indica que la institución monetaria china mantendrá la continuidad.

En diálogo con la prensa local, Yi dijo que el gobierno anunciará una nueva serie de «reformas y pasos aperturistas» antes de mediados de abril. Al igual que en el Banco Central, China también apuesta por la continuidad en política exterior.

Su perfil pro-reformista y su extensa formación en el extranjero -estudió dos años en la Universidad de Beijing, luego en la Universidad de Hamline, en Minnesota, y en la Universidad de Illinois, ambas en Estados Unidos- parecen apuntar a que Yi, de 60 años, continuará por el camino modernizador que inició su antecesor.

Entre otros cargos que se definieron hoy, seguirá al frente del Ministerio de Exteriores el experimentado Wang Yi, que además sustituye al anterior responsable de Política Exterior en el Consejo de Estado, Yang Jiechi, que hasta ahora estaba por encima de él.

Durante su primer mandato en el puesto, Wang, de 64 años, abogó por una solución diplomática en la crisis de Corea pero también se volvió más tajante respecto de las disputas territoriales marítimas de China, informó la agencia de noticias DPA.

Junto a él fueron elegidos para el Consejo de Estado el ex ministro de Finanzas Xiao Jie, el ministro de Seguridad Pública, Zhao Kezhi, y el general del Ejército Wei Fenghe.

El Congreso Nacional del Pueblo eligió en total a cuatro viceprimeros ministros y 25 jefes de ministerios y comisiones. La sesión anual, que en esta ocasión duró 16 días, más de lo habitual, concluirá mañana con un discurso del presidente.