Política y Economía

Un ex camarista federal denunció a Milei por haber llamado «héroes» a los fugadores de divisas


La causa recayó en el juzgado federal número 11, históricamente ocupado por el juez Claudio Bonadio y actualmente subrogado por Julián Ercolini

El ex camarista federal Eduardo Freiler denunció penalmente al presidente, Javier Milei, por su discurso del viernes pasado en el Hotel Llao Llao, de Bariloche, ante empresarios a los que llamó «héroes» por haber fugado divisas y los exhortó a comprar dólares en el mercado ilegal.

«Se les van los dólares, entonces ponen controles de capitales, entonces el que fuga ya es un delincuente. Es un héroe!, el que fuga es un héroe, no importa de dónde venga la plata. Es decir, logró escaparse de las garras del Estado. ¿Qué le recomendarías a tu cliente? Ahora me pongo el traje de economista: `comprá dólares`, después figura como fuga. Y la verdad es que si lo compran en negro, mejor. Porque así no tienen que pagar un montón de impuestos estúpidos», dijo Milei en Bariloche.

«Dado el tenor de los dichos, la vehemencia con que fueron expresados, su masiva difusión, el contexto social y la máxima magistratura del enunciante pone claramente en peligro el bien jurídico que esta norma trata de proteger: el orden público», alertó Freiler.

«Nadie como el mismísimo Presidente de la Nación puede socavar la tranquilidad y el orden público empoderando las acciones que son democráticamente impuestas como delictivas», añadió.

La causa recayó en el juzgado federal número 11, históricamente ocupado por el juez Claudio Bonadio y actualmente subrogado por Julián Ercolini.

Freiler advirtió que «la conmoción social que sus dichos generan son de catastróficas proyecciones en el marco de inestabilidad económica que sufre el país y el pueblo argentino sumado a la desintegración institucional que trae aparejada las afirmaciones presidenciales».

En ese sentido, reclamó al Poder Judicial: «Quiera que vuestro accionar logre que nadie se sustraigas de las garras democráticas normativas e institucionales de nuestro bastardeado estado de derecho».