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Un estudio demuestra las consecuencias negativas del exceso de pantallas en niños


La exposición excesiva a las pantallas durante la infancia puede acarrear consecuencias en el proceso de desarrollo. No solo afecta el aprendizaje, sino la capacidad para establecer relaciones

 

Hay estudios científicos que concluyen que el exceso de exposición a las pantallas en niños está asociado con un peor desarrollo cognitivo y socioemocional. Cuando nos referimos a pantallas, hacemos referencia a móviles, tablets, televisión, ordenadores, etcétera.

En muchas ocasiones, los padres no son conscientes de las repercusiones que, para sus pequeños, puede tener el uso excesivo de estos dispositivos.

La investigación, que fue titulada «Asociación entre el tiempo de pantalla y el rendimiento de los niños» en una prueba de detección del desarrollo, expone varias consecuencias que pueden sufrir los menores cuando usan de manera excesiva los dispositivos comentados.

Este estudio siguió de cerca el desarrollo de 2400 niños canadienses y demostró, de manera experimental, que cuanto mayor era el tiempo que el niño pasaba delante de la pantallas a los 2 y 3 años de edad, peor era su rendimiento a los 4 y 5 años.

La investigación exploró el progreso del niño en 5 dominios : Comunicación, habilidades motoras gruesas, habilidades motoras finas, resolución de problemas y habilidades sociales.

Por ejemplo, para evaluar el dominio comunicativo, se preguntó al niño si podía formar frases de cuatro palabras o identificar partes comunes del cuerpo. Entre tanto, para las habilidades motoras se les pidió ponerse a la pata coja o meter cuentas en una cuerda. Luego se determinó que cuanto más tiempo pasaban estos niños delante de las pantallas, peores eran sus resultados en estos ejercicios.

Los científicos exponen que, durante los 5 primeros años de vida, el cerebro de la persona es muy sensible a los estímulos. Esto se conoce como período crítico, que es muy importante cara al crecimiento y la maduración del individuo.

 

Todo parece indicar que el exceso de exposición a las pantallas en niños hace que estos pierdan importantes oportunidades. En general, puede llegar a interferir en lo siguiente:

  • Desarrollo social y comunicativo (interactuar con otras personas).
  • Habilidades motoras, fomentando el sedentarismo.
  • Desarrollo de vínculos con las personas cercanas.
  • Aprendizaje y regulación emocional.

Cuando los niños están observando pantallas pueden perder la capacidad para dominar las habilidades interpersonales, motoras y de comunicación, según se cita de manera textual en el estudio mencionado.

Esto permite concluir algo bastante serio: el exceso de exposición a las pantallas en niños afecta su desarrollo en todos los niveles. Es decir, los puede hacer menos inteligentes, menos hábiles y menos competentes que aquellos niños que hacen un uso racional y responsable de las mismas.

Aunque en la última década muchos investigadores han demostrado con evidencias científicas las perniciosas consecuencias del exceso de exposición a las pantallas en niños, este estudio ha mostrado resultados importantes. Por primera vez, un gran estudio, con 2400 sujetos, demuestra una relación directa entre las pantallas y un peor desarrollo.