Por Enrique Genovar
Para muchos jugar bien es imponer condiciones en mayor cantidad de tiempo en un partido. Para otros, la definición de jugar bien es que el equipo realice en el juego lo practicado en la semana. Y para otros, jugar bien es ganar. De estas tres definiciones, el Central de Diego Cocca, ante Racing, cumplió con las primeras dos. No hay dudas de que el Canalla jugó el mejor partido del campeonato, pero así y todo no pudo sumar de a tres.
Central tuvo de rodillas al vigente campeón del fútbol argentino. En muchos pasajes del juego impuso condiciones y lo doblegó fácilmente. Pero le faltó precisión en los últimos metros del campo para quedarse con la victoria.
El equipo de Diego Cocca hizo casi todo bien. Presionó alto a su rival, no le dio espacios a los bravos delanteros y no dejó pensar a los mediocampistas. Cuando tuvo la pelota salió rápido y verticalizó el juego en más de una oportunidad. Pero no pasó del empate e hizo que el arquero Arias termine como figura.
Pero, ¿qué cambió? La actitud, las formas. Es que de nombres hubo un solo cambio, a eso hay que agregarle que el que ingresó Joaquín Pereyra fue uno de los puntos más bajos que tuvo el equipo en la tarde de verano junto al río.
No hay dudas de que el camino es por donde fue Central ante Racing. Es que ante el equipo de Eduardo Coudet, el de Cocca tuvo identidad y por primera vez se vio cuál es su idea de juego. El Canalla logró tener una identidad de juego y lo hizo ante el campeón.
Ahora, es verdad que sigue sin ganar y los resultados en el fútbol mandan. Pero si repite actuaciones como la que tuvo el domingo no habrá dudas de que los tres puntos comenzarán a llegar de un momento a otro.