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Un bombardeo de las fuerzas afganas dejó al menos ocho muertos


Fue durante una operación militar contra los talibanes en la provincia de Nangarhar

Fue durante una operación militar contra los talibanes en la provincia de Nangarhar

Al menos ocho civiles murieron en un bombardeo de las fuerzas de seguridad afganas durante una operación militar contra los talibanes en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, en el que también pudo haber víctimas en las filas insurgentes, confirmó el gobierno de Kabul.

El ataque aéreo perpetrado en la tarde del viernes, en la localidad de Kakrak, en Nangarhar, un área bajo la influencia de los talibanes, ocurrió justo cuando los rebeldes y una delegación estadounidense parecen haber alcanzado un acuerdo para una reducción de la violencia que allane el camino a las negociaciones de paz.

«Como resultado del ataque aéreo, lamentablemente ocho civiles, incluido un niño, murieron durante una operación contra los talibanes», dijo a la agencia de noticia EFE Attaullah Khogyanai, portavoz del gobierno de Nangarhar.

Khogyanai indicó que se trataba de una operación militar contra el grupo insurgente en esa área y que la muerte de estos civiles, probablemente habitantes de la zona, fue un incidente «desafortunado». Ajmal Omar, uno de los miembros del Consejo Provincial de Nangarhar, detalló que los civiles que murieron en el ataque aéreo eran un grupo de personas que regresaban de un pícnic en el distrito.

En la operación también murieron nueve combatientes talibanes, incluido uno de los comandantes locales, identificado como Khwazak, conocido también como Abdullah, aseguró un funcionario de seguridad en Nangarhar, bajo condición de anonimato. Sin embargo, los talibanes afirmaron en redes sociales que todas las víctimas del ataque aéreo eran civiles, y subieron el número de muertos a 11, cifra no confirmada por las fuentes oficiales.

El incidente ocurrió el mismo día que el Departamento de Estado de Estados Unidos reveló que la delegación estadounidense y los talibanes habían alcanzado un acuerdo para reducir la violencia en Afganistán durante siete días, con el objetivo de facilitar un diálogo entre la formación insurgente y el gobierno de Kabul.

Ese acuerdo, del que no se conocen detalles, entrará en vigencia «muy pronto», explicó a la prensa un funcionario estadounidense del Departamento de Estado. De concretarse una reducción de la violencia por parte de los talibanes, Estados Unidos podría firmar con los insurgentes a fines de febrero un acuerdo final que incluya una salida escalonada de tropas estadounidenses de Afganistán, donde permanecen entre 12.000 y 13.000 efectivos.

Afganistán vive una cruenta guerra desde que en 2001 una coalición liderada por Estados Unidos derrocó al régimen talibán, que desde entonces combate para volver a controlar el país, donde en la actualidad domina amplios territorios.