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Opinión Quique

Un 10 en teoría: luego de mucho tiempo, Central mostró una idea homogénea


Foto: Juan José García

Por Enrique Genovar

Por Enrique Genovar

La presentación de Cristian González dejó un sinfín de cuestiones a analizar más allá de las declaraciones del flamante técnico de Central. La escena fue muy contundente y por primera vez en mucho tiempo la teoría del proyecto deportivo se hizo presente.

El entrenador estuvo secundado por sus colaboradores y por los máximos referentes de la formación de los juveniles. Y esa escenografía, que se dio en el corazón de dónde nacen futbolísticamente los jugadores de Central, puede marcar un nuevo rumbo en la vida del club.

Si bien luego los resultados darán el veredicto final, es la primera vez en mucho tiempo donde en la teoría Central apareció como un club alineado desde la primera hacia las divisiones inferiores.

Por incapacidad o por cuestiones ajenas la actual conducción había postergado este proyecto. Ya sea porque los que estaban encargados de la formación no eran los indicados o porque los entrenadores que pasaron por el plantel profesional no miraban a Baigorria. Por lo que sea, hasta ahora no se había hecho.

El Kily en su emocional discurso plantó un mojón que desde la teoría parece  ser el indicado. Con Ordóñez y Carbonari de un lado y con Galloni encabezando las filas de las formativas del otro, el DT se sintió en una oportunidad indiscutible para alinear el fútbol de Central.

Nadie podrá asegurar los motivos del por qué se da en este tiempo. Hay solamente especulaciones. Pero volver a las raíces asoma hoy como lo más aconsejable. Achicar la brecha con los poderosos de siempre se conseguirá mirando hacia abajo para nutrirse con recursos genuinos.

En el fútbol no hay fórmula. Pero no hay dudas de que al club le hacía falta un ordenamiento deportivo importante, y que el mismo se dé desde la primera división hacia las categorías de formación y viceversa.

En teoría es la primera vez en mucho tiempo que Central no daba a conocer una idea homogénea y eso debe celebrarse más allá de que los resultados terminarán sentenciando que el mojón que se plantó en la presentación del Kily fue acertado o no.