El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmó por redes sociales que presentaron la denuncia y que Moscú “debe rendir cuentas por manipular la noción de genocidio para justificar la agresión”
Ucrania anunció en las últimas horas que denunció a Rusia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con el objeto de obtener una resolución que obligue al cese inmediato de la invasión rusa a su país.
“Ucrania presentó una denuncia contra Rusia ante la CIJ”, afirmó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en Twitter.
“Solicitamos una decisión urgente que ordene a Rusia que cese la actividad militar ahora y esperamos que los procedimientos comiencen la próxima semana”, dijo el mandatario.
Zelenski agregó que Moscú “debe rendir cuentas por manipular la noción de genocidio para justificar la agresión”.
En la demanda, Ucrania sostiene que Rusia “acusó falsamente de actos de genocidio ocurridos en las provincias ucranianas de Lugansk y Donetsk”.
“Por ello reconoció a las autodenominadas República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk, y después declaró y puso en marcha una ‘operación militar especial’ contra Ucrania”, sostiene el documento.
Kiev “niega enfáticamente” en el texto tal genocidio y reclama que “Rusia no tiene base legal para tomar medidas dentro y contra Ucrania con el propósito de evitar y castigar ningún supuesto genocidio”.
En cambio, acusó a Moscú de “planificar actos de genocidio en Ucrania” porque está “matando intencionalmente” a ucranianos, conforme a la Convención contra el Genocidio.
Por ese motivo, pidió la adopción de medidas cautelares, “para evitar perjuicios irreparables a los derechos de Ucrania y su pueblo, y evitar que se agrave la disputa entre las partes”.
La CIJ confirmó la recepción de la denuncia de Ucrania, basada en “una disputa” y “por la interpretación y aplicación sobre el cumplimiento de la Convención para la Prevención y el Castigo del Crimen de Genocidio de 1948”, según la agencia de noticias Europa Press.
Tanto Kiev como Moscú recurrieron en los últimos años al tribunal con sede en La Haya en busca de dirimir el conflicto en la región de Donbass, que enfrenta a Ucrania con sus provincias separatistas prorrusas Donetsk y Lugansk.