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Cuarto día de ofensiva

Turquía tomó control de Ras al Ain, un punto estratégico en Siria


Foto: EFE

 

Turquía continuó este sábado su asalto a las ciudades fronterizas controladas por las milicias kurdas en el noreste de Siria y tomó el control del centro de la localidad de Ras al Ain. Se trata de un importante punto de entrada para el operativo militar en curso que -en su cuarto día- ya genera una creciente condena internacional.

«Como resultado de las acciones exitosas en el marco de la operación «Fuente de Paz» en el este del Éufrates, Ras al Ain fue tomada bajo control», señaló un escueto comunicado en Twitter del Ministerio Defensa turco. La prensa del país euroasiático mostró imágenes de las fuerzas turcas disparando en el centro de Ras al Ain, acompañadas por el «Ejército Nacional Sirio» (ENS), la milicia rebelde siria opositora al gobierno del presidente Bashar al-Assad, así como a los separatistas kurdos y cualquier grupo opositor que participe en los acuerdos de paz con el gobierno de Al-Assad.

La presión ejercida por los turcos y el ENS a lo largo de la sección central de la frontera y animados por una noche de constantes avances, culminaron con el control de esta ciudad estratégica, señala el Hurriyet Daily News en su versión digital. Tras la toma, el Ejército turco empezó a inspeccionar el terreno para retirar posibles explosivos colocados por las milicias kurdas, informó la agencia de noticias EFE.

Las fuerzas turcas ya habían tomado 14 localidades en los alrededores de Ras al Ain y Tal Abiad en su avance contra las llamadas «Unidades de Protección del Pueblo» (YPG), hasta ahora apoyadas por Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico (EI), pero que Ankara considera «terroristas» por sus vínculos con el ilegalizado PKK, la guerrilla turco-kurda. Desde el inicio de la ofensiva hace cuatro días el Ejército turco atacó Ras al Ain y Tal Abiad con repetidos bombardeos e intenso fuego de artillería.

Foto: EFE

Por otra parte, el Ejército turco aseguró que también controla uno de los puntos de la carretera M4, que une las ciudades Qamishlo y Manbech, una vía que recorre casi los 480 kilómetros a lo largo de la frontera, y que Ankara aspira a controlar para crear una «zona segura» libre de milicias kurdas. El control de esta autovía permitiría a los turcos cortar los suministros a las milicias kurdas.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, más de 60.000 personas huyeron de sus hogares en las últimas 36 horas en Ras al Ain y otras poblaciones fronterizas con Turquía. El operativo desató una fuerte condena internacional, incluso de Estados Unidos cuyo presidente, Donald Trump, endureció su política hacia Ankara, amenazándolo con sanciones si su operación «va demasiado lejos».

En tanto, los gobiernos de Francia, Reino Unido, además de Unión Europea y la Otan exigieron el pasado jueves a Ankara, un miembro de la Alianza, «detener la ofensiva militar en Siria», además de proteger a los civiles y «no destrozar los progresos» que se han realizado en su lucha contra el Estado islámico.

También Los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Arabia Saudita, Bahréin y Kuwait condenaron la operación militar turca que «representa un grave desarrollo (de la situación) y un ataque flagrante a la soberanía del Estado árabe hermano en violación del derecho internacional con injerencia en los asuntos árabes».