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Ofensiva militar

Turquía volvió a desafiar la presión internacional y hubo nuevos choques en Siria


Foto: AFP
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Nuevos enfrentamientos se produjeron en la ciudad fronteriza siria clave de Ras al-Ain entre militantes kurdosirios y fuerzas turcas. Mientras tanto, Ankara espera la llegada del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y del secretario de Estado, Mike Pompeo, aunque insiste en rechazar la propuesta de negociar con las milicias por considerarlas «terroristas».

En vísperas de recibir al vicepresidente norteamericano Mike Pence, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que su país sólo pondrá fin a su invasión del noreste de la vecina Siria cuando los combatientes kurdo-sirios se rindan y abandonen la región.

Horas más tarde, sin embargo, soldados sirios y rusos, tras llegar a un acuerdo con los kurdos, ingresaron en la estratégica ciudad fronteriza de Kobani, complicando los planes de Turquía de crear una zona libre de combatientes kurdos a lo largo del límite.

Kobani es altamente simbólica para las aspiraciones de autonomía de los kurdo-sirios, cuyas milicias arrebataron el control de la ciudad al grupo Estado Islámico (EI) en 2015 luego de una épica batalla aliados con tropas de Estados Unidos.

Las fuerzas sirias y rusas entraron en Kobani al caer la noche, informaron la TV estatal siria y fuentes militares kurdas.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se reunirá el jueves con la delegación estadounidense -que incluye también el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, y el enviado especial para Siria, James Jeffrey-, según informan medios turcos, quienes trasladarán el pedido de Trump de un alto el fuego, informó la agencia EFE. Así lo explicó el mismo Trump al anunciar el envío de sus emisarios para que medien en la búsqueda de una solución negociada al conflicto entre Turquía y las milicias kurdas Unidades de Protección del Pueblo (YPG) que el Ejército turco combate en el norte de Siria.

 

El Kremlin, por su parte, anunció que recibiría a Erdogan para una reunión con su homólogo ruso Vladimir Putin en los próximos días, en busca de garantizar que la operación no se convierta en una guerra total entre Turquía y Siria. Rusia ocupó el vacío causado por la retirada de las tropas estadounidenses del norte de Siria, desplegando patrullas para evitar enfrentamientos entre las fuerzas sirias y turcas.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que los combatientes kurdos habían lanzado «un gran contraataque contra las fuerzas turcas y sus representantes sirios cerca de Ras al-Ain» y reportaron «feroces combates» en el oeste de la ciudad y en Tal Abyad, en la provincia de Al Raqqa. Desde el lanzamiento de su asalto el 9 de octubre, las fuerzas turcas han asegurado más de 100 kilómetros de frontera, pero la estratégica Ras al-Ain (Siri Kani en kurdo) es una ciudad aún en disputa.

El Observatorio con sede en Londres y una amplia red de informantes in situ informó que al menos dos soldados sirios murieron en la noche del miércoles por un ataque de artillería turca. El ataque de las tropas turcas y sus aliados alcanzó un puesto de control de las fuerzas sirias al este de la localidad de Ain Aissa, donde ya se produjeron enfrentamientos entre los efectivos turcos y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la milicia integrada por combatientes árabes y kurdos.