Más noticias
Mundo

El ultraconservador Kaies Said

Túnez celebra la asunción de su segundo presidente democrático en la historia


 

En Túnez juró por segunda vez en su historia un presidente. El ultraconservador Kaies Said, un defensor de la pena de muerte, ganó las elecciones y firmó este miércoles su primer día en mandato. Es la segunda vez que un presidente asume el poder de manera democrática desde la caída en 2011 de la dictadura de Zinedin El Abidine Ben Ali.

En una ceremonia celebrada en el Parlamento, el jurista de 63 años subrayó que una de sus prioridades será «preservar las riquezas nacionales» y advirtió que «no permitirá actividad alguna fuera de la ley».

«Ninguna persona podrá privar a los tunecinos de su libertad bajo pretexto alguno. Algo por lo que los tunecinos han pagado un precio muy alto«, afirmó en un discurso de tintes nacionalistas.

Said se declara favorable a la pena de muerte, considera que la homosexualidad es un mal introducido por los extranjeros en la sociedad tunecina y expresa sus dudas sobre leyes de igualdad como la que equipara el derecho a la herencia, que contradice la ley islámica o Sharía.

Profesor universitario de Derecho Constitucional, ganó por sorpresa la primera vuelta de las presidenciales celebrada el pasado 15 de septiembre con una imagen de hombre honesto, independiente de la política tradicional, y anclado a la reivindicación de la «Casbah I», el movimiento libertario ciudadano de marzo de 2011.

Apenas un mes después, derrotó con amplitud en la segunda vuelta a su rival, el populista magnate de la televisión Nabil Karoui, en un controvertido proceso electoral condicionado por el encarcelamiento preventivo de este último, acusado de evasión fiscal y blanqueo de dinero.

Karoui, que lideraba las encuestas dos meses antes de la campaña, fue encarcelado el 23 de agosto, semanas después de que fracasara una reforma electoral impulsada por el gobierno para cambiar varios de los requisitos para ser candidato, que de haber sido aprobada lo habría dejado fuera de la carrera.

El multimillonario fue liberado cuatro días antes de la segunda votación, 24 horas después de que amenazara con impugnar todo el proceso electoral.

Said, que había suspendido la campaña para no poder ser acusado de «competencia desigual» -como denunciaba la Unión Europea- ganó con el 72 por ciento de los votos tras ilusionar a los jóvenes pese a su discurso conservador y recibir el apoyo de la mayoría de los candidatos y partidos a los que derrotó, reportó la agencia de noticias EFE.

Su mandato empieza entre la ilusión que ha despertado y las dudas que se perciben para que pueda cumplir su programa, ya que las atribuciones del presidente son muy limitadas y carece de un partido político que le pueda ayudar en la Cámara.

Una de sus propuestas de mayor reto es la descentralización del país, para lo que necesita el apoyo de Parlamento, dominado por el partido conservador de tendencia islamista «Ennahda», al que debe encargar la formación del nuevo gobierno.

Otras, como la supresión del estado de Emergencia, en vigor desde 2015, o la formación definitiva del Tribunal Constitucional sí están a su alcance y marcarán el camino a recorrer para un mandatario al que muchos consideran el «padre de la nueva revolución» tunecina o el «hombre que completará la iniciada en 2011«.