El gobernador de Tucumán, Juan Manzur, ganó las elecciones en esta provincia y resultó reelecto con el 50,13% de los votos, mientras que la senadora Silvia Elías de Pérez (Vamos Tucumán) resultó segunda con el 20,10%, con casi el 91,33% de las mesas escrutadas, por lo que el margen de 12 puntos de diferencia obtenido en 2015 se amplió, a pesar de la división del peronismo.
En una jornada extensa, que se alargó en el recuento de votos por las decenas de acoples (colectoras), Manzur se alzó con un triunfo holgado, que se basó principalmente en el apoyo del interior de la provincia y una buena elección en San Miguel de Tucumán, donde el intendente Germán Alfaro, que pertenece a Cambiemos, retendría el Municipio.
Con apenas el 9,6% de las mesas escrutadas, el gobernador del PJ salió después de las 22 en forma contundente a sentenciar que «el peronismo ha ganado en Tucumán» y así le envió un mensaje directo a su rival partidario el senador nacional José Alperovich (Hacemos Tucumán), que cosechaba el 11,6% de los votos y disputaba el tercer puesto.
Tras 24 años, el peronismo tucumano compitió en los comicios fragmentado en dos frentes, uno liderado por Manzur (Frente Justicialista por Tucumán) y otro por Alperovich (Hacemos Tucumán), lo que configuró un escenario diferente por la posible división de votos que mantuvo cierta expectativa en la oposición, que al final no cristalizó.
En ese escenario, el 50% de los votos obtenidos por Manzur en esta elección contó con un amplio margen con el segundo competidor por la división del voto opositor, ya que el cuarto espacio fue Fuerza Republicana de Ricardo Bussi, que hace 4 años había obtenido solo el 3% y ahora alcanzaba el 13,36%.
Durante la campaña electoral, Bussi fue acusado por Elías de Pérez de ser «funcional» a Manzur porque «divide votos de la oposición».
En una mirada nacional, de cara a las elecciones presidenciales de octubre, Manzur envió un claro mensaje: «Quiero mandarle un abrazo bien grande a la fórmula del peronismo Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner».
A sólo cuatro días de los comicios en la provincia del norte argentino, el precandidato a presidente por el PJ-Unidad Ciudadana, Alberto Fernández, le dio su apoyo a Manzur mientras que Cristina Kirchner evitó pronunciarse a favor de Alperovich, lo que también influyó en las urnas.
En redes sociales, Manzur recibió el saludo de varios gobernadores peronistas mientras que Alberto Fernández lo hizo por teléfono.
El anuncio del binomio Fernández-Fernández y la baja de expectativas en Alternativa Federal, Manzur abandonó ese espacio peronista no kirchnerista y volvió a acercarse al kirchnerismo a pesar de que en 2017 había dicho «que era un ciclo político cumplido».
Tucumán se ubica en el sexto lugar del padrón a nivel nacional con el 3,6 por ciento con más de 1.225.000 de electores, por lo que si se suman de los votos obtenidos por los dos sectores del peronismo dan una perspectiva positiva de cara a los comicios de octubre, con el 67,6 por ciento del PJ unificado.
A pesar de la victoria contundente, el clima en el bunker oficialista, emplazado dentro de la Casa de Gobierno, e igual en la plaza principal, fue muy medido y la fiesta no tuvo correlato con la cantidad de votos obtenidos.
Desde la recuperación de la democracia, el peronismo ha gobernado 31 años siendo el único periodo fuera del poder cuando ganó las elecciones el ex general Antonio Domingo Bussi -condenado por delitos de lesa humanidad- con el partido Fuerza Republicana (FR), quién gobernó la provincia de 1995 a 1999.
Los gobernadores de Tucumán desde 1983 fueron: Pedro Riera (1983-1987); José Domato (1987-1991); Julio César Aráoz -interventor- (1991); Ramón ‘Palito’ Ortega (1991-1995); Antonio Bussi (1995-1999); Julio Miranda (1999-2003); José Alperovich (2003-2015); y Juan Manzur (2015-2019).